Tras seis años de crisis económica y una bajada mantenida en el tiempo del consumo y, por ende, de los ingresos y la facturación, los autónomos han asistido a un empobrecimiento progresivo que se traduce en datos ciertamente alarmantes. Según la Agencia Tributaria, la renta anual de la mayoría de los autónomos no llega a los 10.000€, una vez deducidos los gastos profesionales y el coste de la Seguridad Social.
Ya en 2008, año de inicio de la crisis, saltó la voz de alarma ante la cuantía media de las declaraciones del colectivo referentes a los rendimientos de la actividad económica, que apenas sobrepasaba los 12.000€. En aquella ocasión, el Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) justificó la cifra alegando el elevado fraude fiscal entre los autónomos, hecho que provocó la reacción en masa del colectivo.
Si bien es cierto que, comparando el dato de 2008 con los de 2005 y 2006, cuando nuestra economía vivía una situación de absoluta solvencia y las declaraciones medias de los autónomos fueron de 12.500 y 13.300 € respectivamente, lo que significa estar cerca del mileurismo en tiempos de bonanza económica, el descenso en apenas seis años ha sido de mas de 3.300€.
Y pese a que el fraude fiscal el un hecho injustificable, ya en 201o los propios técnicos del Gestha admitieron que los pequeños empresarios apenas representaban un 15% de la defraudación fiscal en España, un país que cuenta con una tasa de economía sumergida que ronda el 20% del PIB.
De hecho, las causas que explican datos como el de hoy han de buscarse en otros factores, como las subidas del IRPF y del IVA (que en la mayoría de los casos no ha podido repercutirse en los precios finales al consumo), que se suman al ya consabido descenso de las ventas.
Cabe recordar, como ya apuntó OPA en su momento, que los autónomos tributan de diferentes formas y un gran grupo de ellos utiliza el sistema de módulos, pagando el IRPF en función del número de empleados, las dimensiones de su local o el consumo de electricidad. Por lo tanto, “tributan lo mismo tanto si obtienen beneficios como pérdidas“.
En cualquier caso, son tiempo difíciles para los autónomos y la brecha entre trabajadores asalariados y emprendedores es cada vez mayor. Una diferencia que ha aumentado en casi un 50% en los últimos 10 años y que, a día de hoy, es de más de 9.000 euros (mientras que el rendimiento neto de los asalariados en 2011 ascendió a 19.262 euros, el de los trabajadores autónomos fue de 9.686 euros).
En esta situación, estimar el salario medio que un autónomo ha de percibir por su actividad es una tarea complicada y depende de multitud de factores. A la hora de establecer un precio por un producto o servicio determinado se han de tener en cuenta diversos factores, como el precio medio del mercado, los costes o las obligaciones fiscales en cuanto al IVA o el IRPF. Para ayudarte en ésta tarea, puedes descargar gratis ésta plantilla de cálculo sobre el Precio/Hora a cobrar por tu trabajo, en la que se tienen en cuenta éstas variables.
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