En estos tiempos de cambios tecnológicos, es muy habitual que el hecho de ver la web de un profesional sirva para definir cómo y cuanto está puesto en comunicación 2.0 y de paso, darnos confianza o no, en cuanto a los servicios que nos puede prestar.
Internet es la carta de presentación para muchos autónomos. Porque, si bien antes se buscaba la recomendación (para bien o para mal) de personas cercanas o de fiar, que te indicaban candidatos, profesionales o empresas con las cuales trabajar, ahora toda esta información no dejo de filtrarla por internet con el propósito de evitarme sorpresas desagradables o en concreto, aspirantes a proveedores con dudosa reputación.
Así pues, no es de locos decir que internet es la principal tarjeta de visita de un profesional. Porque es evidente es que si vamos a contratar a una empresa o profesional que no conocemos, lo mínimo es informarnos y al menos, ver que su página web o blog, nos transmite un rigor que a posteriori corroboraremos en persona.
En este caso, creo que es fundamental que un autónomo, lejos de los grandes presupuestos de comunicación e imagen que muchas empresas tienen a su disposición por sus recursos, sepa al menos gestionar con dignidad su página web o blog corporativo como aval de su buen hacer. Un buen uso y mantenimiento seguro que le reportará más de un cliente y a buenas, que su imagen en el sector comenzará a ser considerada.
Es por ello, que me permito el lujo de haceros llegar esta serie de consejos básicos que ayudarán a un autónomo a mantener su reputación on-line:
1- ¿Mi negocio necesita de internet? El autónomo debe saber si el público al que se dirige en internet es en verdad un potencial consumidor de su producto. De hecho, me consta que algún iluminado ya se ha apresurado a decir que si no estás en internet, no existes. Algo que tampoco es del todo cierto, puesto que existen trabajos donde el principal público objetivo no se encuentra o dispone de una necesidad activa de las tecnologías 2.0, sino de cuestiones mucho más básicas y mundanas como es el trato cara a cara. Es decir, si eres albañil o electricista y tu ámbito de acción es muy local, pues quizás es recomendable que centres tus esfuerzos promocionales en otras facetas de marketing directo y que posiblemente, te darán más resultado que una trabajada presencia en internet (véase la personalización de obsequios promocionales, la rotulación, las tarjetas de visitas…) No obstante, todo es posible si se define bien.
2- ¿Qué tipo de web o blog es más acorde a lo que hago? El principal fallo de muchos autónomos (y también empresas) es creer que su web va a ser un constante punto de idas y venidas de visitas de personas interesadas. Algo que, salvo casos excepcionales, nunca o casi nunca se dará. Es por ello que una web o blog de un autónomo, más que entrar a dar noticias de actualidad, lo que debe ser es un punto de información atemporal y con vocación de servicio. Donde se refleje bien lo que se hace, donde se transmitan sinergias sobre tu forma de trabajar y también, donde quede claro como entrar en contacto contigo. Nunca sabes a quién le puede hacer falta tus servicios.
3- Ser novedosos pero prácticos. Con un poco de imaginación y constancia, un autónomo puede sacarle mucho partido a las redes sociales para llegar a su público objetivo si lo tiene bien definido. Todo pasa por definir bien el propósito a conseguir y saber activarlo. Facebook, Linkedin y Twitter pueden ser excelentes aliados para activar tu web y darle reconocimiento a tu trabajo.
4- Aplicar nuevas utilidades. Todo autónomo tiene delante de sí un universo por descubrir cómo son las herramientas tecnológicas que brinda la red. Algunas de ellas gratuitas y otras, con un coste económico testimonial que pueden ayudar a desempeñar el día a día del autónomo y ser un aliado en eficiencia productiva.
Así pues, haciendo uso de alguna de estas aportaciones, acompañadas de una presentación profesional, sobria y rigurosa, harán que nuestro espacio en las redes sea considerado de forma positiva y evitaremos convertirnos en un ejemplo de lo que no hay que hacer en internet. Más allá de tener muchos o pocos recursos, queda claro que todo lo que hagamos en nombre nuestro (cómo autónomo) comunica, por tanto, la prudencia es la mejor consejera para moverse por la red.
Y si tenéis alguna pregunta solo tenéis que dejar un comentario