En la mañana del pasado viernes 10 de febrero, el actual gobierno de Mariano Rajoy aprobó una reforma laboral con el objetivo final de reactivar la economía del país y salir de la crisis. Esta reforma ha sido presentada por decreto ley, es decir, que entra en vigor este mismo lunes y posteriormente será convalidada y debatida en el Parlamento.
Como era de esperar, los augurios de ésta reforma laboral se han cumplido y los aspectos más destacables son los siguientes:
– El despido se baja a 33 días, con un máximo de 24 mensualidades.
– Cambia el concepto del despido procedente y cuando una empresa acumule 9 meses de perdidas, podrá despedir a trabajadores acogiéndose a una indemnización de 20 días.
– Se desarrolla un nuevo contrato para pymes, con una deducción de 3.000 euros por contratar a un trabajador menor de 30 años.
– Se crea la posibilidad de compatibilizar el sueldo de un nuevo trabajo con el cobro del 25% de la prestación por paro.
– Se permitirá el descuelgue de las empresas en la negociación de los convenios.
-Las agencias de trabajo temporal colaborarán con los servicios públicos de empleo en la colocación de trabajadores.
La ministra de Empleo, Fátima Báñez y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha sido las responsables de anunciar esta reforma adoptada en la legislación laboral española y de la que cabe hacer mención de dos aspectos significativos: el abaratamiento de los despidos y el nuevo concepto de despido procedente.
A partir del lunes, los despidos improcedentes pasarán de pagarse a 45 dias por año durante 48 meses, a afrontarse ahora a 33 dias y 24 meses de plazo. Mientras, la otra de las novedades pasa por la adaptación del concepto de despido procedente, cuya indemnización pasará a ser de sólo 20 dias cuando la empresa justifique 9 meses de pérdidas.
De hecho, esta reforma ha dejado también otros aspectos más tangibles para los autónomos, como es el nuevo concepto de contrato indefinido de las Pymes, donde los menores de 30 años propiciarán una deducción de 3.000 euros por su contratación.
A grandes rasgos, esta reforma parece bien enfocada de cara a la reivindicación del empresariado, que pedía una mayor flexibilidad a la hora de gestionar sus plantillas de trabajadores y facilidades para adaptarse a las circunstancias actuales del mercado. No obstante, no hay obviar que esta reforma se convierte en un duro golpe a los intereses de las organizaciones sindicales, contrarias al texto otorgado por decreto ley por parte del gobierno popular, después de que las negociaciones se rompieran por diferencias insalvables.
Desde las principales organizaciones de autónomos (ATA, UPTA, UATAE) las reacciones a esta reforma laboral han sido positivas en su gran medida, siempre pensando en que esta sirva para orientarla como un revulsivo para el sector autónomo y su actividad. Aún así, no hay que ocultar la sensación que deja esta reforma laboral en cuanto a que se ha fundamentado todo desde la perspectiva de medidas de reajuste económico, mientras que el protagonismo de medidas destinadas al fomento del empleo ha sido escaso.
De hecho, a lo largo de las semanas de negociaciones entre sindicatos y gobiernos, los autónomos ya alzamos la voz ante la necesidad de ser parte activa y decisiva en este proceso. Aunque sobre el papel podemos dar como positiva esta reforma laboral, hemos de seguir exigiendo el hecho que podría haberse visto completada por otras medidas más concretas y vinculadas al fomento del autoempleo.
Novedad: En la seccción de utilidades de Infoautónomos puedes ampliar información y descargarte el modelo de contrato indefinido de apoyo a emprendedores o el modelo del nuevo contrato de formación y aprendizaje.