Hace un par de semanas compartiamos un artículo (Vitaminas para la productividad) donde realzábamos la vitamina de la ACTITUD. La experiencia emprendedora nos indica que desde la semilla de una idea hasta la potencial recolección de los frutos de la misma en un negocio rentable suele ser necesario abonar y regar de forma persistente.
Es habitual que dicha siembra haya que iniciarla en soledad. Soledad, incluso a veces acompañada con la disconformidad o incredulidad de tu entorno social cercano (amigos y familiares). Todos conocéis aquella famosa frase de que “El emprendedor camina solo y tropieza con muchos”.
Solemos pensar que las grandes personas que han tenido éxito lo han hecho solos. Nada más lejos de la realidad. Detrás de estos grandes personajes siempre hallamos un equipo altamente comprometido y una red de colaboración eficiente.
Muchas son las tareas a realizar en una actividad empresarial (comercial, marketing, administración etc..). Cada vez más hemos de tener presente en nuestra base de datos no tan solo clientes sino una buena lista, bien clasificada, de potenciales colaboradores.
La importancia de colaborar y cooperar
¿A quienes consideramos colaboradores?
Aquellas personas que tienen competencias que nos complementan en nuestra actividad presente o futura.
¿Es lo mismo un colaborador que un cooperante?
Yo lo aplico en el sentido de dar un grado más de profundidad a cooperar en el sentido de colaborar en un mismo fin aprovechando sinergias o recursos. Colaborar es acordar trabajar aportando conocimiento para un objetivo o tarea concreta.
No es objeto de este artículo extender los ricos matices de ambos términos, que los tienen. Lo que no cabe duda es que colaborar y cooperar es fundamental para poder optimizar como llegar a nuestros objetivos dado que no poseemos todos los conocimientos y capacidades para ello.
Ser capaces de trabajar con otros, cooperar, colaborar etc., es y será una habilidad esencial en cualquier proyecto, negocio o emprendimiento. Cada vez requerimos de tareas más especializadas que quizás no son propiamente objeto de nuestro negocio. Ello conlleva integrar en nuestras habilidades personales un aprendizaje relacional intensivo orientado a la colaboración en equipo. ¿Conoces algún proyecto o tarea que se ha visto afectada por la desavenencia de miembros o colaboradores?
La cooperación está siendo un elemento imprescindible como ventaja competitiva en eficiencia y reducción de costes. En el caso del autónomo y el emprendedor se hace casi esencial rodearse de un conjunto de profesionales que complementen su actividad y con los que pueda establecer acuerdos de colaboración
Un ejemplo claro lo encontramos en una tendencia futura que ya es realidad como es el compartir espacios que cubren funcionalidades técnicas o administrativas comunes a dos o más empresas. Se aprovechan así de forma cooperativa dichos servicios facilitando una clara eficiencia de costes.
¿Cómo determinar de qué tipos de colaboradores rodearse en nuestra actividad?
Muchas son las características que nos pueden ayudar a determinar de qué colaboradores rodearnos. Por citar alguna, destacaría una que es clave y es la que nos basamos en todos los procesos de relación: la CONFIANZA.
Vamos a ilustrarlo con un hipotético ejemplo más cercano que evidencia la importancia de las relaciones de confianza:
Juan es un empresario autónomo que se dedica al transporte y la mensajería. Ana es una empresaria artesanal de figuras de bronce y además lo compatibiliza con ofrecer sus servicios administrativos. Pedro trabajaba en una multinacional, fue despedido y ahora ofrece sus servicios como profesional independiente en el área de servicios de marketing.
Juan y Pedro son amigos. Juan le comenta a Pedro el lio de papeles que tiene cada trimestre con las facturas y que le iría bien una ayuda. Pedro recuerda que Ana, una amiga suya, es experta en dicha gestión y que tiene un acuerdo de colaboración con ella a un precio muy bajo. A cambio él la ayuda en sus procesos de marketing y difusión de sus productos artesanales con unos precios muy ventajosos. Juan se pone en contacto con Ana, y acuerda tambien que le gestione la administración de su negocio. Ana por otro lado se beneficia de la logística de Juan para enviar sus pedidos interprovinciales.
Para terminar os dejo unos consejillos para rodearnos de personas con las que podamos colaborar de forma puntual o continuada.
Claves para una colaboración eficiente
- Ten una única base de datos dedicada a gestionar tus proveedores
- Gestiona tus contactos añadiendo siempre datos adicionales, entre ellos un dato que te recuerde el punto origen de contacto.
- Recuerda que tus proveedores de servicio son un eslabón más en la cadena de la calidad de tu negocio.
- Mantén una buena relación personal con tus colaboradores que abra la confianza mutua.
- Cuestiónate las tareas en las que no eres especialista y busca un colaborador para ello.
- Plantéate si hay algún servicio tuyo que pueda beneficiar a tu colaborador
- Evalúa los resultados del proceso de tu colaborador.
- Rodéate de colaboradores en los que confíes y se acerquen a tu escala de valores, no hacerlo y primar únicamente los costes va en contra de las claves de la eficiencia sostenible.
- Define claramente el objeto de la colaboración y asegura que las dos partes lo habéis entendido: Qué , cómo y cuándo.
- Valora la posibilidad de opciones de ayuda mutua.
- Si hay riesgo económico no te incomode dejar el acuerdo privado por escrito lo antes posible.
“El hombre mejora, cuando el hombre colabora”. Esteban Sitges