A la hora de poner en marcha un negocio es fundamental calibrar qué tipo de negocio tendrá más calado en la sociedad y cuál será más viable. Actualmente, existen modelos de negocio muy dispares. Aquellos basados en una metodología online como aplicaciones móviles, tecnológicas; otros puramente offline o tradicionales, tales como una peluquería, frutería o comercio local sin aplicación tecnológica ninguna; los que van desde lo offline a lo online, por ejemplo, aquellas farmacias que incorporan un servicio adicional de comercio online, etc.
En realidad, hoy día es posible crear modelos nuevos o combinar unos y otros. Sin embargo, para que todos los sectores en general resulten innovadores ha de darse una serie de condicionantes en los que prima la creatividad y el conocimiento máximo del proyecto. Si queremos ser diferentes al resto, hay que apostar por la innovación e innovar significa ser diferente al resto conociendo mejor que nadie nuestra mejor ventaja competitiva.
Es cierto que una de las características de las empresas españolas es su tamaño. El 99% de las empresas españolas son pymes, y muchas micropymes, tienen menos de 10 empleados. Además, España tiene un tejido empresarial de base poco tecnológico lo que hace que la mayoría de las empresas compitan más por el precio que por otra característica competitiva, como puede ser por productos y servicios innovadores, por un trato al cliente totalmente empático, por crear líneas de negocio optimizando los recursos, etc. La innovación no entiende de tamaño de la empresa y no siempre está basado en la aplicación de la tecnología.
Innovar de distintas formas
Para poder dar los mejores servicios es necesario conocer bien a nuestro cliente y para ello es preciso visitar sus instalaciones, ser conscientes de sus costumbres, incluso poder conocer sus aficiones y gustos con el fin de poder empatizar más con él y ofrecerle un servicio más personalizado. Podemos innovar en nuestros servicios, sorprendiéndole, aplicando un trato más humano y cercano con nuestro cliente, haciendo uso, bien de las nuevas tecnologías, o bien estimulando la creatividad en estado puro, con nuevos diseños, nuevas estrategias de marketing, etc.
Las empresas líderes en innovación o sectores con futuro aplican las mejores prácticas de gestión de personal para construir una ventaja competitiva clave para impulsar su crecimiento y desarrollo. La tendencia es lograr ser más competitivos gracias a la aplicación de la innovación, aportando mejor calidad en nuestro servicio, lo cual redundará en una mayor productividad y por tanto menores costes. ¿Por qué una pescadería o carnicería no aplican un servicio de información inmediata como puede ser Whatssapp para el envío de ofertas puntuales a sus clientes tradicionales? Es más si ese profesional conoce los gustos de la familia del comprador y envía recetas para ese producto a la venta, seguro que puede ganarse la confianza de ellos.
Como decía Ferrán Adriá en su proyecto El Bulli, crear implica no copiar. De hecho, este restaurante cerraba medio año para trabajar de lleno en la siguiente temporada y preparar los menús de manera minuciosa. ¿Y de qué vivía este restaurante en estos meses? Del conocimiento de la práctica. Investigaban e impartían talleres y cursos de formación en ese periodo fruto del experimento culinario realizado a puerta cerrada. Sin duda, una nueva línea de ingresos que ayudaba a que su modelo de gestión del restaurante fuera rentable el resto del año. Él, como cualquier autónomo, conoce más que nadie su oficio y su sector. El secreto, ser creativo, sinónimo en este caso de la innovación y totalmente aplicable a todos los sectores, inclusive, los tradicionales.