¿Sabías que de cada 100 email comerciales enviados a clientes sólo se abren 29 de ellos? Si, como pyme o autónomo, realizas campañas de email marketing y tus correos están entre ese porcentaje ignorado atiende a este artículo. En él te damos algunos consejos para que tus newsletter tengan éxito y puedas ganar más dinero con tu blog y tu web.
Antes de ello tengamos una primera toma de contacto con el panorama del email marketing en España y su importancia para el tejido empresarial. ¿Qué cifras invitan a seguir esforzándote en tus campañas?
El dato más significativo lo arroja el Estudio Anual sobre el uso de CRM 2016 en el que se recoge que el 76,7% de las empresas emplea emailing como herramienta de marketing en 2016. Además. Otro informe más específico, el Benchmark de email marketing 2016, lanza nuevos datos que confirman los beneficios de implementar esta estrategia en empresas españolas y la confianza que genera en el cliente:
- La tasa de bajas en email marketing se limita al 0,04 este año
- La tasa media de aperturas alcanza el 29% con diferencias notables según sectores
- La tasa media de clic (o conversión) se sitúa en torno al 3%
- El 80% de los resultados se produce en las primeras 72 horas después del envío de la newsletter
Pero no nos engañemos. Llegar a esa 29% de ratio de apertura no es tarea fácil. En ello influyen muchos factores como una buena herramienta de emailing, una potente base datos y, por supuesto, contenido de calidad. Pero junto a ello, ¿qué otros elemento inciden de manera clave en el éxito en el envío de una campaña de emailing? A continuación los detallamos.
1. Asunto o título
Hay que empezar la casa por los cimientos y no por el tejado. El asunto o título con el que nombremos nuestra newsletter es esa primera impresión que cuenta a la hora de atraer al destinatario, o de repelerlo.
Si algo debe caracterizar al título de tu email es la brevedad y concisión; condiciones que verás repetidas a lo largo de este artículo; y es que si nada más comenzar ya estás aburriendo al lector con los “Cuentos de las mil y una noches “vas por mal camino. Sé directo.
Algunas de las estrategias más comunes para escribir el asunto de tus mails comerciales son:
- La creatividad, el humor y el gancho pueden diferenciarte de los asuntos asépticos que no dicen nada.
- El formato pregunta invita a la reflexión y a la respuesta por parte del destinatario
- Personalizar en el asunto nuestro target es clave para que el cliente se sienta identificado. Está constatado que los mail personalizados reciben más tasa de apertura.
- Acción negativa, reacción positiva. Asuntos como “no abras este mail si quieres generar ventas” puede provocar el efecto contrario al título.
- Empleo de Keyword. No te andes por las ramas, las palabras clave van al centro de la diana, que es tu cliente.
2. Contenido y diseño: menos es más
Si tu destinatario ha llegado hasta el contenido de la newsletter, enhorabuena, has pasado la primera prueba de fuego y estás más cerca de conseguir la conversión pero aún no. Todavía tienes que acertar con el fondo y la forma, el interior y el exterior, el contenido y el continente.
Como venimos diciendo la brevedad y concisión es fundamental, no sólo en el asunto sino también en el cuerpo de texto. Debes presentar la información relevante en el primer párrafo, sin rodeos.
Procura que la extensión de los párrafos no sea de más de tres líneas para evitar el hastío del lector y señala en negrita aquellas palabras clave o keywords que has empleado para que puede escanear la información de forma rápida. No le hagas perder el tiempo.
En diseño, menos es más. Lo más recomendable es usar fondo blanco, logotipo, botones a las redes sociales para ganar seguidores y nuevos clientes. Tampoco debes olvidar con todos tus datos de contacto. El diseño además de limpio, sin estridencias, debe ser adaptativo ya que es muy probable que tu newsletter se abra desde un dispositivo móvil o tableta.
3. El valor de la imagen
Lo visual siempre es un buen apoyo para atraer la atención del cliente. Lo recomendable es que utilices una imagen que no ocupe más del 25% del contenido y por supuesto, que aporte valor añadido. Emplear una imagen puede ser útil para anunciar una oferta, un descuento o el lanzamiento de un nuevo producto o servicio. Aunque cuidado porque a los filtros de spam no les gustan las imágenes y muchas veces son precisamente uno de los elementos que usan para detectar correo promocional.
4. Segmentación : vayamos por partes
No cometas el error de enviar todas tus newsletter a todos tus clientes o contactos. Saber a quién y cuándo debes enviar un mail comercial es básico para tus campañas y para segmentar tus correos comerciales necesitas una potente base datos con la que identificar los hábitos de compra de tus clientes o intereses. Si cuentas con ello no dudes en hacer listas de segmentación.
5. Elección del día y la hora
Sobre cuál es el mejor momento para enviar una newsletter se ha hablado mucho pero la mejor arma en estos casos es la lógica. Depende mucho del sector, pero en general parece que martes y en las horas de comienzo de la jornada (8.00-9.00 am) es la primera de las opciones para las empresas pero, cuidado, por esta misma razón el correo de nuestro usuario puede verse saturado. El jueves se sitúa como la segunda opción más idónea.
Ahora bien, en empresas en las que el consumo se concentra en el fin de semana, como ocurre con los cines, los grandes almacenes y centros comerciales o los bares de copas, discotecas y salas de conciertos, sus comunicaciones suelen ser más efectivas justo antes del fin de semana, por lo que suelen hacer sus envíos entre el miércoles y el sábado por la mañana. También hay que tener en cuenta que el fin de semana la gente navega más tranquila y es capaz de pasar más rato en una web.
6. Seguimiento de la campaña: acción, reacción, repercusión
Monitorizar resultados es la última de las claves pero no por ello menos importante. La propia herramienta de emailing te facilitará los ratios de apertura y de clic de los que hablábamos al comienzo. Dichos datos te proporcionarán una clara orientación sobre la línea que debes seguir o, por el contrario, cambiar.
Ahora que ya te has puesto al día, ¿pones en práctica todo ello?