Hace poco cerramos el penúltimo trimestre del año y, con él, seguramente tuviste que despedirte de una parte del dinero que guardabas en tu cuenta bancaria. Una cosa es lo que ingresamos los trabajadores por cuenta propia y otra muy distinta lo que nos queda después de hacer frente a los gastos y a los impuestos. De hecho, el salario medio de los autónomos en España es de tan solo 751 euros al mes. Es un dato que se extrae de las estadísticas publicadas por la Agencia Tributaria correspondientes al IRPF de 2014.
En aquel ejercicio, el más reciente disponible, los autónomos tuvimos un rendimiento neto de 10.409 euros al año de media. Una cifra que supera por poco el salario mínimo interprofesional y que se aleja del sueldo de los trabajadores por cuenta ajena. La brecha entre los dos colectivos llega ya al 55%, teniendo en cuenta que la renta media anual para los asalariados fue de 18.873 euros en el mismo período. Y eso a pesar de que la cuantía está estancada desde hace años .
¿A qué se debe este bajo salario?
Los emprendedores convencidos nos lanzamos a la aventura empresarial por auténtica pasión, pero el primer deber de una empresa es generar dinero. Que te lo digan a ti, ¿verdad? Sin unos ingresos adecuados el crecimiento y la consolidación del negocio no son viables. Y, por supuesto, tampoco lo será nuestra vida personal. Ahora queda preguntarse qué nos ha llevado a esta situación.
Hay muchas razones que provocan que el dinero de tu cuenta se volatilice o, peor aún, que nunca llegue. En general, podemos diferenciar tres bloques causantes del bajo salario de los autónomos: los impuestos, los problemas del mercado y la mala gestión de la empresa.
Las cargas tributarias
Lo repetimos y seguiremos repitiéndolo. El sistema impositivo de los autónomos en España no es justo. A los ingresos totales hay que descontar un enorme porcentaje que acaba yendo a parar al Estado:
- La cuota a la Seguridad Social es de, como mínimo, 267,03 euros al mes, cotizando por la base mínima. Y eso independientemente de cuánto se facture.
- El porcentaje de IVA, abonado trimestralmente, es en muchos casos del 21%. Es cierto que los autónomos actuamos únicamente como intermediarios entre nuestros clientes y Hacienda. Sin embargo, hay dos problemas que perjudican gravemente nuestras cuentas. El primero es que tenemos que pagar esa cuantía aunque no la hayamos cobrado previamente de nuestro cliente. El segundo es que, ante el elevado porcentaje de IVA, algunos negocios se ven obligados a reducir el precio de su trabajo con el fin de minimizar la factura.
- Por si fuera poco, cada trimestre también debemos abonar el IRPF. Este impuesto grava los beneficios que hayamos obtenido (ingresos menos gastos) con un 20%.
Las dificultades del mercado
La crisis ha golpeado con brutalidad a los autónomos. Pero el problema ya no es tanto la bajada del consumo, sino la transformación del modelo económico. Ahora muchos negocios se enfrentan a un mercado en constante cambio y a los nuevos intereses de sus consumidores. Lo que antes era viable, quizá hoy ya no lo sea. Si ese es tu caso, solo hay una receta que funciona: la reinvención.
La mala gestión del negocio
¿Eres emprendedor por vocación o por necesidad? A veces, la falta de visión empresarial trae consigo una gestión nefasta del negocio. La escasa productividad, los malos clientes, los presupuestos demasiado bajos, el descontrol de los gastos… Todo acaba influyendo para que a final de mes las cuentas cuadren y el salario sea digno.