La transformación digital es un proceso en el que todavía queda mucho por hacer, sobre todo si hablamos de las pequeñas empresas. Según un estudio de Market Research, analizado por BBVA, el 60% de las pymes españolas quieren digitalizarse y son conscientes de que necesitan hacerlo para seguir sobreviviendo. Sin embargo, hay tres barreras que les impiden dar ese paso. ¿Te sientes identificado con alguna de ellas?
1. La inversión
Dar el salto tecnológico supone un coste económico que la mayoría de las pymes no pueden asumir. En concreto, un 44% de las pequeñas y medianas empresas afirman que no afrontan la transformación digital porque son incapaces de hacer la inversión que requiere.
Si es tu caso, antes de darlo todo por perdido, plantéate lo siguiente:
- Pide ayuda. Periódicamente se publican subvenciones y programas para impulsar la digitalización de las pymes. Infórmate y comprueba si tu empresa cumple los requisitos necesarios.
- Ten en cuenta que la inversión se recupera rápido. Si tienes algo ahorrado, pero te da miedo asumir el gasto echa un vistazo a los datos. El estudio de Market Research asegura que en 2016 las empresas con un negocio online incrementaron sus ventas más de 13 puntos en comparación con los establecimientos físicos y para este 2017 las previsiones son todavía mejores.
- Adáptate o muere. La transformación digital no es una opción, sino una obligación. Piensa en ella como una inversión, en lugar de un gasto. El futuro de tu empresa depende de ello.
2. Los motivos logísticos
La segunda barrera que más frena la transformación digital de las pymes son los motivos logísticos. Esta es una razón de peso para el 31% de los entrevistados en el estudio de Market Research, que temen no poder entregar el producto a tiempo si crean un comercio electrónico. Al fin y al cabo, la inmediatez es clave en las compras por internet.
Para superar este obstáculo es fundamental crear una estrategia y un proceso comercial adaptado al entorno virtual. En este sentido, conviene contar con un partner logístico que te apoye en estas tareas. Si al principio no tienes capacidad para asumir envíos al extranjero o para entregar determinados productos, empieza poco a poco. Es mejor que des un servicio pequeño, pero óptimo. El cliente siempre tiene que quedar satisfecho.
3. La atención al cliente
Un 14% de las empresas considera que no podría atender correctamente las peticiones de los clientes derivadas de la digitalización. Es cierto que en el canal online los medios de contacto con el usuario se multiplican y son necesarios mayores recursos: redes sociales, página web, correo electrónico, teléfono, etc. No obstante, también es más sencillo gestionar la comunicación.
Por ejemplo, los bots, que cada día están más desarrollados, pueden ayudarte a atender a tus clientes sin que eso te reste tiempo o te exija necesariamente ampliar el personal. Además, no tienes por qué abrir todos los medios de contacto desde el primer momento. Si eres incapaz de gestionar tres perfiles en las redes sociales, empieza abriendo solo uno. Puedes ir creciendo paso a paso.
El problema de la brecha digital
Internet no ofrece a todos las mismas oportunidades. El estudio España 4.0 confirma que la digitalización de las pymes avanza muy lentamente. Mientras que solo un 7% de los ingresos de la pequeña empresa provienen del entorno online, la cifra alcanza el 21% para las grandes compañías. Esto provoca una competencia difícil de vencer.
Otro de los problemas es que la brecha es aún más amplia con la sociedad. En los últimos cinco años, el porcentaje de empresas que vende por canales digitales ha pasado del 13% al 16%. Por el contrario, durante el mismo período de tiempo, los compradores online se han duplicado hasta alcanzar el 41%.
Estas cifras dan buena cuenta de la necesidad de las pymes y autónomos de afrontar cuanto antes la transformación digital. La tarta de Internet se reparte y, si no llegas pronto, tu porción caerá en manos de otros.