Imagina que puedes elegir adquirir la habilidad que quieras para mejorar tu negocio. ¿Cuál elegirías? ¿Tienes claro cual es esa o esas habilidades de oro que van a marcar la diferencia en tu proyecto?
Aunque pueda parecer contradictorio, en este mundo cada vez más digitalizado, las habilidades humanas son las más codiciadas. Son también las que van a permitir que tu negocio sobreviva y sobresalga entre tus competidores.
Títulos, conocimientos, idiomas, fórmulas … son necesarios para nuestro negocio. Pero todos podemos acceder y acabar aprendiendo estas competencias.
El conocimiento técnico se puede enseñar o incluso se puede automatizar, pero la capacidad de comunicación, de gestión de equipos, de tiempo, de liderazgo, no son tan fáciles de adquirir y menos aún de replicar.
Y es que no hay máquina que pueda imitar tus cualidades sociales, comunicativas y emocionales. Y de eso hablamos en este artículo, de la importancia de las habilidades blandas, más conocidas directamente como “soft skills”.
¿Qué son las soft skills y las hard skills?
Empecemos por lo más sencillo. Las hard skills son habilidades técnicas o académicas reproducibles y medibles. Saber utilizar un programa determinado, hablar idiomas o conocer la teoría de cómo hacer un plan de marketing son ejemplos de estas habilidades duras o hard skills.
Las soft skills se pueden definir como las aptitudes sociales, emocionales, resolutivas y de comportamiento que permiten desenvolverte mejor y obtener mejores resultados en cualquier situación.
Para tener una idea más clara, imagínate la entrevista de trabajo más típica que puedas. La pregunta de cuáles son tus fortalezas no falla. Y tu respuesta a esa pregunta son o deberían ser tus principales soft skills.
No responderías algo como: ” … Mis habilidades son que sé usar Revit, SAP y el paquete de Office y además hablo tres idiomas…“. La respuesta “correcta” iría más por esta línea: “… Soy una persona empática, buena oradora, adaptable y flexible, sé liderar equipos y siempre soy muy puntual…”.
Se entiende la idea ¿no?.
Las habilidades blandas o soft skills vienen a ser todas esas características que te hacen destacar con respecto al resto. Porque todo el mundo puede aprender a utilizar SAP o Amadeus (hard skills).
Pero no todo el mundo tiene la habilidad de comunicar de forma eficaz delante del cliente o no todos tienen la sangre fría y la empatía para saber lidiar con un cliente cabreado.
Por eso los programas de coaching y mentoring para emprendedores suelen trabajar el desarrollo de las soft skills.
Ejemplos de Soft Skills para emprendedores
Hemos preparado una selección agrupando las numerosas soft skills existentes en 6 grupos de habilidades:
- Liderazgo y gestión de equipos
- Creatividad e innovación
- Persuasión, negociación y ventas
- Capacidad de colaboración y trabajo en equipo
- Adaptabilidad y flexibilidad
- Productividad y gestión del tiempo
1. Liderazgo, gestión de equipos y proyectos
El líder es la persona con una visión y un proyecto claro que es capaz de crear, motivar e ilusionar a un equipo para que le acompañe y le ayude a conseguir esa visión y a dar forma a ese proyecto.
Ser líder implica entusiasmar y conectar en positivo.
Pero también implica ser capaz de seleccionar bien a la gente adecuada para crear el equipo, así como de gestionar el talento y conseguir que cada miembro del equipo de lo mejor de si mismo.
Supone aprender a delegar y a crear equipos de alto rendimiento, dónde cada miembro, cada pieza, sabe muy bien cómo actuar en aras del beneficio del conjunto.
Y en entornos innovadores como internet cobran además especial importancia, las habilidades para gestionar de manera ágil y conseguir equipos colaborativos (Agile management).
2. Creatividad e Innovación
La creatividad se define como la capacidad de crear nuevas ideas, conexiones y conceptos. Es la capacidad de visualizar, de inventar y de adelantarse. Solemos vincularla al mundo del arte pero en el mundo de la empresa es esencial.
Una creatividad bien encauzada da como resultados enfoques novedosos y originales. El mecanismo básico de todas las nuevas ideas es el binomio necesidad / solución.
Y la creatividad como instrumento para innovar, crear necesidades y soluciones es un arma muy poderosa.
3. Persuasión, negociación y ventas
La persuasión es un valioso instrumento de comunicación que permite convencer a tu receptor de que lo que le estás proponiendo es lo que necesita. Es una habilidad que utilizamos a diario aunque no le prestemos atención.
Convences a tu hijo para que vaya a la cama a su hora, a tu marido para que te acompañe a un evento, a tu jefe para que enfoque un proyecto con tu punto de vista o te deje salir antes. Todo parte de la negociación y la capacidad de convencer.
¿Imaginas cómo podrías vender tu producto si tuvieras el poder de la persuasión?.
Y aquí entran en juego dos habilidades complementarias a la persuasión: la capacidad de negociación, que se aplica en muchas relaciones en el ámbito de la empresa: clientes, proveedores, trabajadores, socios, compañeros o bancos.
Y por supuesto las habilidades comerciales y de ventas. Puedes aprender las técnicas de ventas, pero dominar las habilidades comerciales es un punto más en el que a esas técnicas le sumas el valor de la experiencia y las habilidades para empatizar, comunicar y persuadir.
4. Capacidad de colaboración y trabajo en equipo
¿Has escuchado hablar del síndrome de Superman? Parte de la base de que no te fías que nadie pueda hacer bien el trabajo y asumes tú toda la responsabilidad.
Es evidente que esta actitud no es la más aconsejable, piensa que llega un momento donde esto va a ser literalmente imposible de sostener.
A medida que tu negocio crece, la complejidad aumenta y tu capacidad para crear sinergias, delegar y fomentar la participación de tu equipo, van a ser claves en el crecimiento de tu empresa.
De hecho, si quieres crecer no queda más remedio que aprender a delegar y a trabajar en equipo.
5. Adaptabilidad y flexibilidad
La adaptabilidad es la capacidad de adecuarse a cualquier situación que se te ponga por delante, a ser resolutivo.
El mundo de los negocios avanza cada vez más rápido, por eso estancarse en una zona donde te sientas cómodo no es una opción. Y más aún en el mundo de los negocios digitales, dónde el ritmo de cambio es mucho más intenso.
Necesitas ser flexible y capaz de adaptarte rápidamente a los cambios, a nuevas tecnologías y herramientas que te ayuden en tu trabajo, a trabajar con gente con ideas distintas o gestionar tus proyectos con los enfoques actuales de la gestión ágil de proyectos.
Y también, para desarrollar la mentalidad de formación continua y reciclaje constante que exige el entorno profesional actual y futuro.
6. Productividad y gestión del tiempo
La gestión del tiempo es una de las habilidades más transversales que hay, y ya no solo en los negocios sino en todos los aspectos. Aprender a utilizar de la mejor manera posible el tiempo es todo un arte y una de las bases de nuestra productividad.
Ten en cuenta que es lo más valioso que tenemos. Aprender a calcular bien el tiempo, a distribuirlo y a crear espacios de tiempo de calidad, son tres de los aspectos fundamentales.
La productividad también implica habilidad para organizar bien tus tareas, lo que guarda actualmente mucha relación con una buena gestión de proyectos y la aplicación de metodologías ágiles como Kanban o Scrum.
¿Por qué invertir en soft skills?
El equilibrio entre soft y hard skills te permitirá ser un profesional y emprendedor completo y alcanzar de forma exitosa las metas que te propongas. Hoy en día, es más habitual poseer títulos y conocimientos técnicos, además es más sencillo.
Por eso es fundamental dedicarle especial atención a las soft skills, que son las que acaban marcando la diferencia.
Las soft skills son habilidades transversales que permiten crear unos cimientos entorno a los cuales vas a poder desarrollar mejor tu negocio, independientemente del sector en el que estés. Te ayudarán a mejorar tus habilidades sociales, la relación con tus proveedores y clientes, la gestión de los plazos, a vender tus ideas, a hacer frente a los imprevistos y en definitiva a crecer como profesional.
¿Y tú cuáles crees que son las soft skills más importantes para un emprendedor? Cuéntanos en los comentarios, nos encantará leerte. 🙂
Autor: Javier Santos Pascualena, socio fundador de Infoautónomos y mentor de emprendedores y pymes en Mentoring Negocios