En España tan solo el 30 % de las microempresas disponen de una página web y aquellas que venden online no llegan al 5 %, de acuerdo con los datos facilitados por la Cámara de Comercio de España. Cuando la importancia de la transformación digital ya no se pone en duda y la presencia online mejora las expectativas de resultados de cualquier negocio, ni las pequeñas empresas ni los autónomos pueden dar la espalda a Internet.
Encontrar a nuestros clientes allá donde estén, ya se trate de profesionales o de empresas, esto es lo realmente importante. El universo digital es un gran escaparate donde todo el mundo busca consejos y recomendaciones sobre aquellos productos y servicios que está pensando adquirir. El boca a oreja ahora se ha trasladado a las redes. O estás cuando el posible cliente busca información o no existes, no serás una opción para él.
Para las pequeñas empresas y los autónomos el salto digital supone también un riesgo al enfrentarse con clientes que no conoce, no saber a ciencia cierta quién está solicitando la compra de sus productos o servicios. Aunque siempre es posible consultar los informes de empresas, que contienen todo tipo de datos sobre, por ejemplo, la propiedad, las finanzas y el riesgo en los pagos, para conocer mejor a las compañías con las que vamos a trabajar. O pedir información en los registros de morosos existentes para hacernos una idea de con quien estamos tratando y no movernos a ciegas.
Las pequeñas empresas y los autónomos deben ser más creativos
Las pequeñas empresas y los autónomos deben implementar soluciones creativas que les permitan mantenerse al día de las novedades y responder con rapidez a los cambios en la demanda en este entorno digital.
Como señala Amber Colley, vicepresidenta sénior y experta en créditos comerciales de Dun & Bradstreet, en un reciente artículo: “en tiempos que exigen una mayor flexibilidad, ser pequeño tiene sus ventajas”:
- Los menores costes pueden favorecer a las pequeñas empresas para ocupar los vacíos que dejan competidores más grandes que han recortado su presencia o abandonado el mercado.
- Los negocios más pequeños tienden a ser más ágiles, capaces de adaptarse más rápidamente a las condiciones del mercado e implementar nuevas ideas con menor impacto negativo.
- Lo más importante: tú conoces a tus clientes mejor que nadie. Es mucho más probable que el propietario de un pequeño negocio esté en contacto personal y cotidiano con sus clientes que el propietario de una gran corporación.
Así, Colley, ofrece cuatro consejos para diferenciar un pequeño negocio frente a la competencia:
- Ofrecer una experiencia única. Las pequeñas empresas, especialmente las minoristas, a menudo pueden proporcionar un tipo de experiencia personal que no se encuentra on line o en una cadena. Aprovecha lo que te hace único y conviértelo en un punto clave para crear una experiencia memorable para tus clientes.
- Conocer a los clientes allí donde se encuentran. ¿Qué valoran tus clientes en una experiencia de compra? Descubre cómo vender en tu pequeña empresa e invierte tus recursos en consecuencia.
- Empoderar a sus empleados Contratar empleados de calidad y capacitarlos para que accedan a los clientes sin pedir permiso es un valor agregado para el consumidor ya que mejora el servicio y ofrece contenido personalizado.
- Proporcionar un mejor servicio al cliente. Brindar un excelente servicio realmente puede fortalecer la lealtad del cliente y aumentar las posibilidades de que te recomienden.
Dar prioridad a la experiencia del cliente es una excelente manera de demostrar el valor de tu empresa a tus clientes, diferenciar tu negocio de la competencia y atraer a nuevos clientes de empresas que ofrecen una experiencia menos placentera y menos personal.