Para resolver la pregunta que ilustra el título de este artículo, vamos a comenzar haciendo otro interrogante ¿Hoy día es buen momento para algo? Pues a priori no es buen momento para nada: ni para cambiar de trabajo, ni para quedarse desempleado, ni para montar una empresa, ni para avanzar en una nueva línea de negocio… Por desgracia, la situación por la que vagamos, desde hace años (y los que nos quedan), es la que hay y poco podemos hacer.
El IBEX-35, la prima de riesgo, el rescate o el déficit son términos que los autónomos están hartos de escuchar, pero que les quedan muy lejos, apenas ocupando las últimas posiciones de su lista de preocupaciones diarias. Con los niveles de consumo por los suelos y unas pésimas expectativas de crecimiento ¿Qué nos queda? Pues una de las pocas alternativas pasa por la diversificación y la apertura de las nuevas vías de negocio. Contratar con la Administración Pública es una de ellas.
Enfrentarse a este nuevo reto nos plantea una primera cuestión ¿A pesar de los recortes, las Administraciones Públicas siguen contratando obras, servicios y suministros? La respuesta es clara y contundente: Sí, y mucho. Tan solo hemos de entrar en la web de Contratación Estatal u hojear un Boletín Oficial de una provincia cualquiera, para ver el elevado número de licitaciones que se convocan a diario.
Si bien es cierto que los grandes contratos en obras públicas, aquellos que, precisamente, no van con el autónomo, se han reducido, la tendencia a adelgazar la función pública y el personal laboral de la Administración, hace que muchos servicios se estén externalizando. Dinámica que, en los próximos años, irá en aumento, incrementándose las oportunidades para los autónomos. No olvidemos que en España hay más de 10.000 Administraciones y organismos públicos, que contratan continuamente.
La menor disponibilidad de recursos económicos por parte de ésta, hace que exija una mayor eficiencia y eficacia en los trabajos contratados y, en este aspecto, los autónomos y las PYMEs cuentan con una mayor ventaja respecto de las grandes empresas que, además, suelen centrar su atención en los contratos de mayor cuantía económica. Sirva de ejemplo que, a pesar de las reducciones presupuestarias, solo en obra pública, en 2012, en el conjunto de las Administraciones Públicas españolas, se gastó un total de 12.000 millones de euros, muchos de ellos destinados a reformas y mantenimiento, pues las grandes infraestructuras y la obra nueva, quedan, por ahora, en el recuerdo.
Por último, hoy, como autónomo, dispones de ciertas herramientas que te ayudarán a iniciarte en la aventura de la licitación pública como cursos, webs o libros. Hasta ahora, licitar podía resultar sumamente complicado para un autónomo, pero gracias a instrumentos de esta naturaleza, puedes dotarte de las capacidades necesarias para echar a andar en solitario.
¿Por qué no empezar desde ya con este nuevo reto? ¿Por qué esperar a los años de bonanza cuando todo el mundo se lance a ello o estemos tan cargados de trabajo que no podamos emprender en esta nueva actividad? Partamos de la base de que nunca encontraremos el momento propicio y que siempre tendremos una escusa que justifique nuestra actitud. Ni es bueno, ni es malo, simplemente, ahora, es el momento.
Sobre el Autor: David Sánchez Sáez es consultor de emprendedores, contratación pública, subvenciones, formación y desarrollo local. Su recorrido profesional está estrechamente vinculado al desarrollo empresarial y territorial, habiendo trabajado en distintas entidades tanto públicas como privadas. Autor del libro “Técnico Especialista en Licitación Pública. Contrata Fácil con la Administración“.
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