Cada vez es más habitual encontrarnos con que, al ojear varios productos de un comercio electrónico o al ir a cerrar una transacción en una tienda virtual, nos ofertan otros productos o servicio complementarios o que “quizá también nos puedan interesar”. Y muchas veces acabamos realmente interesados en ésas recomendaciones.
De hecho, los usuarios que compran habitualmente online refinan, cada vez más, sus expectativas en cuanto a la experiencia de compra y la usabilidad del sitio web . Y ésto no sólo va ligado a la adquisición de un buen producto o servicio a buen precio o a una adecuada política de devoluciones, envíos o atención al cliente, sino que buscan un valor añadido, un elemento que les permita encontrar lo que buscan con el mínimo esfuerzo.
El consumidor actual vive hiperconectado y expuesto a una gran cantidad de información, por lo que cada vez exige con mayor fuerza una oferta personalizada de productos y servicios que se adapten como un guante a sus gustos y necesidades en cada momento.
Por ello, personalizar la experiencia de compra online es una de las mejores vías para favorecer la conversión de nuestra plataforma ecommerce. Pero, ¿cómo llevarlo a cabo? La mejor vía para ofrecer a nuestros clientes y usuarios una experiencia de compra totalmente satisfactoria son las recomendaciones personalizadas.
Es ahora, y gracias al auge de las redes sociales, cuando el poder de la recomendación cobra más relevancia que nunca entre los factores de compra del consumidor. De hecho, los productos “sugeridos” tienen el doble de posibilidades de ser seleccionados por el comprador, ya que han pasado una primera criba al adaptarse directamente a sus gustos y necesidades.
Es por ello que cada vez son más las tiendas virtuales, independientemente de su tamaño o sector, que se suman a la construcción de un contexto personalizado con el objetivo de centrarse en los gustos, preferencias y necesidades del usuario y no tanto en dar salida a un determinado producto o servicio.
La personalización en tiempo real a través de sugerencias predictivas otorga, además, un mayor grado de confianza por parte del consumidor hacia nuestra plataforma de ecommerce y los productos y servicios ofertados de forma individualizada, superando en ventas a aquellos que han sido encontrados mediante el procedimiento habitual de búsqueda.
Para ello, puedes servirte de una serie de técnicas e ideas que te ayudarán a optimizar tu página parta convertir más y ofrecer una experiencia de compra personalizada:
- Ofrecer una home page diferente para un nuevo usuario y para uno que vuelve. El que regresa ya conoce el site y, probablemente, sabe dónde encontrar lo que está buscando, mientras que el nuevo necesitará una pequeña guía para saber todo lo que puede encontrar en tu tienda virtual, ofreciéndole los productos más vendidos o los que tienen exceso de stock.
- Reducir el número de clicks para la compra. Parece obvio pero muchos sitios de comercio electrónico obligan a dar una gran cantidad de pasos antes de formalizar la compra, lo que revierte en un aumento del número de abandonos.
- Utilizar banners adaptados al tipo de usuario utilizando información sobre su sexo, marcas favoritas, categorías visitadas, tanto en la home page como en las fichas de producto. . Dicha información puede ser recabada de su historial de navegación, sus perfiles sociales o su historial de compras y búsquedas anteriores.
- Insertar información y recomendaciones sobre la actividad de otros usuarios que han realizado búsquedas o adquisiciones similares.
- Jugar con el look and feel de la página según el tipo de usuario que nos visite en cada momento
- Adaptar las páginas de error, para que el usuario pueda reactivar el proceso de compra y añadir nuevas sugerencias
Finalmente, los sistemas de recomendación permiten, además, potenciar la venta cruzada y el up-selling, es decir, añadir valor a la venta de un determinado producto ofreciendo otros productos y servicios relacionados con el primero y que lo complementan (ésta táctica se lleva a cabo una vez que el usuario a iniciado el proceso de compra y puede ayudar a incrementar el valor medio de cada “carrito de la compra”) para el primer caso, u ofertar al cliente un producto más caro o una actualización del que ya tiene en el segundo de los supuestos.
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