Tras el análisis previo de los factores a tener en cuenta a la hora de escoger nuestro centro de trabajo, entre los que destacan elementos como el factor estratégico, la orientación al cliente, la imagen o el coste económico, llega el momento de ver qué opciones ofrece el mercado inmobiliario a los autónomos y microempresas a la hora de ubicar sus oficinas o centros de trabajo.
Centros de Coworking
En estos últimos años han ido apareciendo por toda la geografía española este tipo de centros de negocios, en los que se ofrecen todos los servicios necesarios para desarrollar una actividad empresarial, hay multitud de ofertas, paquetes de servicios, extras. Se podría decir que es un servicio a la carta, en el que hay un fijo que da acceso a un puesto de trabajo con conexión a Internet y teléfono y, luego, una gran variedad de servicios añadidos, como recepción telefónica, uso de salas de reunión, espacios para eventos, archivos, renting de equipos y un casi interminable etcétera.
Los centros de coworking son una opción ideal para autónomos que combinan el trabajo en su domicilio, su actividad prácticamente se gestiona desde un equipo portátil y no precisan de espacios de reuniones más que puntualmente. Aunque es cierto que hay compañías que también emplean estos centros, es cuestión de analizar los puntos anteriores.
Mercado inmobiliario
El mercado inmobiliario actualmente presenta una oferta muy atractiva, gran cantidad de espacios y a un precio muy contenido. Remarcar que de este mercado inmobiliario hay que descartar lo que se ha denominado edificios mixtos, que no son otra cosa que edificios de viviendas en los que se han reformado pisos convirtiéndolos en oficinas.
En la mayoría de los casos no poseen licencia de actividad como centro de trabajo y, por el tipo de edificio,tampoco es posible obtenerla. Con la Ley 2/2012 se simplificaron los procesos para obtener estas licencias, así como también las sanciones por carecer de ellas, de 30.000 a 600.000 euros. Señalar también que las instituciones están empezando a solicitarlas a las empresas, de modo que para evitar problemas y sobrecostes es mejor enfocarse a espacios que las posean. Aparte, es preferible estar en un espacio en el que las instalaciones se pensaron para el desarrollo de la actividad profesional que en una vivienda.
Lo más beneficioso de esta opción es que el espacio elegido y diseñado cumplirá con todas y cada una de las necesidades. Se podría decir que es la opción que mejor permite hacer un traje a medida.
Viveros de empresas
Suelen estar ligados a proyectos de emprendimiento y es necesario presentar memorias de proyecto y planes de negocio. Están pensados para la fase de inicio y su uso está limitado en el tiempo. El coste por metro cuadrado es bastante más asequible que el mercado inmobiliario privado, aunque la gran oferta actual empieza a restarles competitividad.
Suelen poseer espacios de soporte muy potentes, como zonas de eventos de gran tamaño y un acto nivel tecnológico. Como comenté en el caso anterior, hemos de analizar nuestras necesidades.
Algo muy positivo de este tipo de espacios es la posibilidad de relacionarse con otros autónomos o empresas con la que se pueden establecer colaboraciones y, quién sabe, conseguir clientes.
“Nuestro propio vivero”
Esta es una opción complicada de aplicar, pero si se dan las condiciones es muy beneficiosa. Consiste en crear un espacio para varias compañías dentro de un espacio de oficina proveniente del mercado inmobiliario.
Primero deben coincidir varias empresas o emprendedores en situación de necesitar un espacio. Segundo, que esa situación de cercanía sea beneficiosa y, tercero, han de definirse las necesidades de todas las empresas implicadas para localizar y diseñar el espacio.
Complicado, sí, pero si el resultado es positivo los beneficios son cuantiosos: ahorro en costes del espacio al estar compartido, diseño acorde a las necesidades de cada uno y, además, todos los elementos positivos de un vivero, como colaboraciones, aumento de red de contactos, etc… Es la difícil mezcla de las dos opciones anteriores que une lo positivo de ambas.
Como conclusión decir que la situación actual es muy beneficiosa tanto para el cambio de espacio, como para la elección del primero en cualquiera de las variantes anteriores y, siendo como es uno de los grandes costes, cabe ser más cuidadoso a la hora de analizarlo que con, por ejemplo, un vehículo de empresa o cualquier equipo informático.
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