No os cuento ninguna novedad si menciono el abanico tan amplio de cambios y tendencias que estamos viviendo en distintas áreas: el complicado momento que vive el empleado y las tasas tan altas de desempleo que padecemos son algunas de las que nos afectan si nos referimos directamente al entorno laboral. Pero, ahora, comparto con el único afán de dar visibilidad (palabra que está tan de moda y, más si cabe, en las redes sociales) una situación que a veces, se pierde en todo lo anterior y que puede resolverse con la creación de una relación horizontal en tu empresa.
Resulta obvio que las empresas no pasan su mejor momento, es tiempo de despidos, ajustes de plantilla y horarios, tal vez reducción de jornadas… pero existen una serie de empresarios que se han dado cuenta de sus errores pasados, “han visto la luz” y que ahora mismo no saben cómo enfrentarse a la situación que les toca vivir, esto es: han tenido que prescindir de una parte de su plantilla, han hecho ajustes y reducciones según las necesidades de la organización.
Ahora, tras muchos años llevando el timón de su negocio, se encuentran solos, necesitan ayuda y están perdidos a la hora de relacionarse con el nuevo profesional que, autodidacta o no, está muy preparado, conoce perfectamente su trabajo, se maneja de maravilla y no necesita a nadie que le imponga un estilo de hacer las cosas.
La realidad que vive esta persona es de zozobra absoluta, sobre todo porque, aunque nos referimos al cambio constantemente y tenemos claro la necesidad del mismo junto con la innovación e, incluso, en el mejor de los casos también son conscientes de que la innovación llega en equipo, para ellos supone un plus de esfuerzo ya que no conocen otra forma de hacer las cosas. Ésto de debe a la costumbre y, adicionalmente, sus empleados no son especialmente colaboradores ya que surgen muchas reticencias y demasiadas experiencias en común para exigirles un cambio inmediato de rumbo…
¿Qué hacer cuando tienes un negocio y te encuentras en esta situación? Tienes todas las herramientas a tu alcance, también tú eres el que mejor conoce tu negocio y tus límites, pero debes marcar pautas que pueden ayudarte a superar este “conflicto” con tu gente. Sobretodo, debes asumir y aceptar que vivimos el momento del talento y que este es libre y fluye, por lo que cuanto antes empieces a actuar, antes generarás también en tu entorno ese movimiento.
Claves de la relación horizontal en tu empresa
– La formación de calidad, presencial y con profesionales en el sector pueden ser una palanca para que la gente que trabaja contigo empiece a “despertar”. En el fondo, eres tú quien promueve esa acción formativa, por lo que estás invitándoles a disfrutarla y demostrándoles que eres el primero que quiere aprender… ¡con y de ellos!
– Mantén reuniones periódicas con tus compañeros, aunque sólo sean 10 minutos al día. Podrás estructurar el trabajo inicialmente, aunque penséis que ya lo tenéis todo claro, pero en el medio plazo empezarán a salir las verdaderas inquietudes de cada uno de los componentes y también empezarán a florecer las ideas en equipo, lo que fomentará el buen ambiente en la empresa y hará olvidar con el tiempo, todo lo pasado.
– Se tolerante, aprende a reírte en alto de un problema o error, especialmente si lo has cometido tú ya que el equipo no solo no va a respetarte menos sino que, además, aprenderá a contar contigo y a acudir al grupo ante un problema, lo que supondrá una mejora de la productividad y de la relación con el cliente.
– Reconoce el esfuerzo, los resultados. Es evidente que no siempre todo saldrá bien, pero cuando ocurra, no escatimes elogios a tus compañeros. Sin ellos nada sería posible, ya que todos aportan y contribuyen y es igual de importante la función de la persona que hace la limpieza que la de la que sale a visitar a un cliente.
– Comunica de una forma directa y clara (lo que no significa que puedas permitirte ser maleducado) pero, sobretodo, se empático con tu equipo a la hora de hacerlo y deja margen para sus reacciones. No limites las opiniones y comentarios o también estarás coartando la innovación y ese cambio que estás buscando.
Ten en cuenta que en las culturas occidentales, tradicionalmente se acentúa el aspecto activo de la creatividad, esto es, crear, producir, configurar… pero en el antiguo Egipto y las culturas orientales aparece reflejado como “introducir” algo en un proceso de crecimiento natural, esto es, acentuando el aspecto de crecer, transformar, suceder, hacer crecer…
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