Según el DRAE, se define los agujeros negros como “lugar invisible del espacio cósmico que, según la teoría de la relatividad, absorbe por completo cualquier materia o energía situada en su campo gravitatorio”. En este caso, la luz se supone que también es absorbida y, de ahí, lo de su oscuridad.
Pero ¿qué tiene que ver esto con las empresas? Pues es muy sencillo. En muchas empresas, independientemente de su tamaño, su actividad y su sector, se prodigan cierta clase de individuos que de alguna forma, adoptan una actitud semejante a la de los agujeros negros. Son aquellos a los que llega la información, hacen acopio incesante de ella, pero esa información jamás es compartida por nadie de su empresa. Muere, como la luz, en el agujero negro que representa el personaje.
Yo he conocido gente así. Los he tenido de compañeros, por decir algo. He llegado a ser testigo de cómo uno de esos agujeros negros le decía a otro compañero en una reunión de trabajo”búscate la vida como me la busqué yo para aprenderlo”.
Las personas de este tipo – aunque este ejemplo es el máximo exponente de la mayor bajeza laboral- suelen pensar que si dominan ciertas materias, ciertos conocimientos, ciertas herramientas, productos o lo que sea, se hacen imprescindibles y, por tanto, se aseguran su continuidad en el negocio. Son los que disfrutan como un niño con un globo, cuando estando ellos de vacaciones, los demás tienen que llamarles para que les resuelva algún problema… que tal vez él mismo ha dejado como una bomba de relojería para que así suceda.
Para los demás, a veces resulta un alivio, porque consideran esas tareas de menor importancia, en ocasiones denigrantes o simplemente desagradables. Les resulta cómodo endosarle el muerto “al tonto” y éste intenta sacar provecho de la situación. Un ambiente así es cualquier cosa menos trabajar en equipo. Y pueden llegar, en casos extremo como el que comentaba más arriba, a hacer auténtico chantaje a la empresa.
De lunes a viernes, su rendimiento deja mucho que desear y para no atrasar el trabajo se ofrece “voluntario” para realizar horas extras…pero abonándoselas, claro. O sea, que no sólo se penaliza el trabajo en general del grupo, si no que “el agujero negro” pretende ser recompensado con horas extras, por hacer mal su trabajo o simplemente, no hacerlo cuando era su deber.
Se convierten así en especialistas, en gurús, en estrellas, en intocables. Luego, viene el chantaje a la empresa para que le suban el sueldo y amenazan con irse a otra si no transigen. Y, mientras tanto, la atmósfera de trabajo entre sus compañeros se va deteriorando si el responsable no toma medidas.
En las empresas americanas, lo primero que hace un trabajador cuando llega a su nuevo puesto de trabajo es asumir la obligación de, en un tiempo prudencial, designar a la persona que le puede sustituir en caso de ausencia, bien sea por vacaciones, enfermedad, viaje, curso, etc.
¿Cuál es el papel del Vicepresidente de EEUU? Ninguno. Estar presente cuando el Presidente, no está.
Imagen | FreeDigitalPhotos