Las grandes empresas que no cumplan con la Ley de Morosidad y se retrasen el el pago de sus deudas serán sancionadas por Hacienda, según ha anunciado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
Parece que, de esta forma, al fin los autónomos y las pequeñas empresas podrán paliar las dificultades de liquidez que, en muchos casos, se derivan de los retrasos en los pagos.
Si bien es cierto que se ha conseguido solucionar con los créditos concedidos por el Gobierno a las Administraciones regionales y locales para que éstas saldasen sus deudas, mediante los diferentes planes de proveedores llevados a cabo en los dos últimos años, aún son muchos los autónomos y pymes que siguen sin cobrar en los plazos establecidos por la ley, especialmente cuando sus deudores son empresas privadas.
Recordemos, tal como apuntamos en el último análisis que llevamos a cabo sobre los plazos de pago a proveedores, que según la Directiva Europea de lucha contra la morosidad, que ya ha entrado en vigor, el plazo de pago de las Administraciones Públicas debe situarse en 30 días, mientras que las empresas del sector privado debe hacer frente al abono de sus deudas en 60 días.
Así, y según recoge el diario El País, el Ejecutivo está trabajando en un régimen sancionador dirigido a las grandes empresas que superen los 60 días legales en el plazo de pago a partir de la recepción de los bienes o servicios adquiridos. De hecho, según Montoro, el Gobierno está trabajando ya en un proyecto de ley, aunque no ha aclarado a cuánto ascenderán las multas impuestas.
Lucha contra la morosidad como medio de financiación
De esta forma, la nueva medida estaría encaminada a que las grandes corporaciones no puedan financiarse mediante el aplazamiento de los pagos a sus proveedores que, en la gran mayoría de los casos, son pequeñas empresas y autónomos que a penas pueden mantener su actividad ante la falta de liquidez.
Y es que parece que una de las alternativas que propuso el Ejecutivo para paliar la falta de liquidez de las pequeñas empresas, el IVA de caja o la posibilidad de no tener que abonar el IVA a Hacienda hasta que las facturas no hayan sido cobradas, no ha tenido el éxito esperado, por lo que se hacer a cada momento más necesario atajar el problema desde la raíz: presionar a las grandes empresas para que pague a sus proveedores.
No obstante, habrá que esperar a conocer los detalles del nuevo régimen sancionador para poder hacer alguna estimación sobre su verdadera efectividad.