Parece que el Ejecutivo se se ha empeñado (al fin) en sacar del atolladero al pequeño comercio, uno de los sectores más golpeados por los efectos de la crisis, con la aprobación periódica de baterías de medidas enfocadas al aumento de su competitividad, como la última en la que se pretenden facilitar los trámites de apertura, ampliar los horarios comerciales y rebajar las comisiones de pagos con tarjetas.
Sin embargo, ninguna de éstas propuestas parece haber dado con la fórmula para reactivar el sector y, pese a los muchos problemas y complicaciones a los que se enfrenta (como ese aumento del consumo que no acaba de llegar) hay otra amenaza que se cierne sobre las tiendas de barrio y las pequeñas empresas agroalimentarias desde hace ya varios años, y ante la que los sucesivos gobiernos ha mantenido una actitud permisiva y favorecedora: la actividad de las grandes superficies.
Tanto es así, que desde Bruselas se ha pedido a los gobiernos europeos que protejan a las pymes frente a las grandes superficies. Así, la Comisión Europea ha lanzado un reclamo a los estados miembros para que adopten medidas para proteger, en especial, a los productores agrícolas y a las pymes del sector alimentario, otro círculo ampliamente afectado por las grandes superficies, ante las posibles prácticas abusivas por parte de las grandes cadenas de supermercados, tanto a la hora de fijar precios como de modificar unilateralmente las condiciones de los contratos.
Las prácticas abusivas de las grandes superficies
Así, según ha detallado la Comisión Europea, las prácticas abusivas a las que con más frecuencia deben enfrentarse las pequeñas empresas dedicadas al sector agroalimentario, y que desde Bruselas se quiere erradicar, pasan por:
- Rechazo a poner por escrito las cláusulas comerciales esenciales
- Introducción de cambios unilaterales retroactivos del coste o el precio de los productos o servicios
- Transferencia de riesgos injustificados o desproporcionados a una parte
- Alteración deliberada del calendario de entrega o recepción para obtener un beneficio injustificado
- Conclusión de forma unilateral de una relación comercial sin previo aviso o un plazo excesivamente corto
Recomendaciones para el pequeño comercio y el sector agroalimentario
Así, y en relación a las pymes del sector agoralimentario, desde Europa se recomienda a que las autoridades nacionales de resolución de litigios de este tipo acepten las quejas confidenciales de empresas individuales y tengan capacidad suficiente para investigarlas debidamente. Sólo así se garantizaría que la parte más débil en este tipo de contratos denuncie sin temor a represalias.
No obstante, cabe recordar que el Ejecutivo comunitario se abstiene de legislar contra las prácticas desleales en la cadena de suministro alimentario y se limita a dirigir recomendaciones no vinculantes a los Estados miembros, que tampoco estarán obligados a actuar.
Finalmente, si quieres ampliar información sobre cómo el pequeño comercio puede “plantarle cara” a los centros comerciales, toma buena nota de éstas estrategias y tácticas para “sobrevivir” frente a las grandes superficies.
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