En la vida de un autónomo hay muchos momentos en los que las decisiones son “críticas”, de éstas dependerá lo que suceda en los próximos años. Una de éstas decisiones que marcarán el futuro de tu empresa a medio y largo plazo es la selección de personal.
Cuando las necesidades de servir al cliente suponen la creación de puestos de trabajo, seleccionar a un profesional, sea del rango que sea, se convierte en un auténtico dilema que, en la mayoría de los casos, el autónomo resuelve por intuición. Lo hace gastando recursos de forma que, sin darse cuenta, entra en el despilfarro, por una u otra razón.
Los 3 supuestos en los que los autónomos realizan la selección de personal
- El autónomo o empresario decide la búsqueda de una persona de confianza.
En estas situaciones el rasgo fundamental es que sea una persona cercana, amigo o familia, digno de la máxima confianza del autónomo. Frases como “él no me va a fallar”, o “nadie como él va a cuidar de hacerlo bien”, etc. son la trampa mortal en la que suelen caer muchos negocios. Al final suele suceder que terminan incorporando a un mediocre más que supone una carga económica y emocional para el negocio, además de ser un freno para avanzar.
- El autónomo o empresario decide la realización de una selección, publicando la vacante.
Empieza por realizar una publicación, en unos casos le lleva a que la empresa se llena de personas que quieren dejar su c.v., obstruyendo el trabajo de las personas que están trabajando en la empresa, o el de ellos mismo; en el mejor de los casos el correo electrónico se llena de c.v.; en la mayoría de los casos un bloqueo, porque la entrada de datos, de tantos datos, por uno u otros medios, requiere un tratamiento de la misma, para el que hay que estar preparados. Se produce, a continuación, un bloqueo porque el escaso criterio lleva al autónomo a ver más c.v. de los necesarios, no maneja herramientas de evaluación que permitan conocer habilidades y cualidades del individuo.
Todo esto lo hace, dejando de atender su labor en el negocio, que puede ser la captación de clientes, en la mayor parte de los casos, o la propia realización del trabajo en el que el autónomo es, normalmente, el ejecutor principal. La pérdida de tiempo y la pérdida de oportunidad se suman y se convierten en pérdida de dinero. Finalmente la decisión la toma por intuición, porque, salvo casos excepcionales, no tiene preparación específica para resolver con otros criterios que se sumen a la intuición.
- Otro caso, y es el peor, es el del autónomo que pone en marcha el proceso de selección, no puede sacar tiempo para resolverlo y escoge un c.v. al azar.
Llevado por la urgencia de incorporar a alguien y decide “que empiece mañana”, a ver cómo sale, como si se tratara de “la cata de un melón”. Es decir, pérdidas por todos los lados, sólo un milagro puede hacer que esa selección resulte un éxito.
En mi amplia experiencia de consultor, he visto de todo y, en múltiples ocasiones, he tenido que tratar de solucionar “entuertos” de este tipo. Errores que, una vez cometidos, tienen que reconducirse y abordarse como todo un proyecto empresarial y con una nueva visión.
Mi consejo siempre es que se solicite la intervención de un profesional en la selección de personal. El profesional tiene método para realizar una buena criba de curriculums, tiene una entrevista estructurada para cada puesto que se ha de seleccionar, trabaja con un método científico utilizando test de evaluación que ofrecen datos sobre habilidades, capacidades e incluso conocimiento. El profesional hace que el autónomo sólo dedique tiempo a la selección en el momento de la entrevista a los finalistas.
Cuando el trabajo se confía a un profesional…
- El autónomo recibe el resultado del trabajo de un experto.
- El autónomo no pierde tiempo en revisar c.v. (llegarán cientos aunque el trabajo sea para un puesto muy especializado)
- El autónomo no pierde tiempo en realizar entrevistas (verás muchos para encontrar candidatos que puedan ser finalistas)
- El autónomo recibe un trabajo generalmente garantizado.
- El autónomo puede seguir desarrollando su trabajo mientras los expertos organizan la selección, por mucho que cueste ésta, el autónomo estará generando dinero, contratos y clientes, en lugar de estar bloqueado.
La incorporación de un nuevo profesional a la organización, aunque ésta sea mínima, es un momento crítico que hemos de organizar siempre con la cabeza fría, evaluando muy bien los pasos a seguir y no caer en errores que hipotequen nuestra empresa.
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