En estos últimos años parece que se ha ido instalando la creencia de que cualquier cosa que se haga en Internet es una fuente potencial de riqueza, o del tan trillado término “libertad financiera”.
Debido a la profunda y dilatada crisis económica que estamos atravesando, de un mercado de empleo que no termina de arrancar y de esas ilusiones económicas que antaño fueron tradición, basadas en hacer mucho dinero, muy rápidamente y con poca inversión, aparecen otras propuestas de “pelotazo” en formato digital.
Sólo hay que darse una vuelta por el ciberespacio y es raro no encontrar alguna propuesta que garantiza que uno puede hacerse rico fácilmente a través de un blog.
Esto hace que me pregunte si es el blogging la próxima burbuja financiera, y quiero compartir mis reflexiones al respecto contigo.
Las últimas burbujas
Para mí una burbuja tiene una característica diferencial respecto de otra actividad empresarial: no existe una propuesta de valor que justifique la oferta.
Sólo a modo de ejemplo me gustaría mencionar:
- La burbuja de las punto com, que basaba el aumento del valor de sus acciones a la especulación y al aprovechamiento de unos pocos oportunistas para llenarse los bolsillos a costa de muchos ignorantes.
- La famosísima burbuja inmobiliaria, en la que se inflaron los precios a costa de una demanda inexistente con el apoyo de entidades financieras demasiado avariciosas.
- A menor escala, el boom de las instalaciones para la práctica del pádel, que han provocado que la oferta sea mayor que la demanda y muchas de ellas quiebren porque se les hace insostenible competir por precio, disminuir sus costes y capear con una subida impositiva desde el 8% hasta el 21% para el sector.
Siempre hay alguien que quiere llenarse el bolsillo rápidamente inflando el valor real de un bien, sea este tangible o no (de ahí que se denomine a esta práctica burbuja).
Antes de entrar a valorar si el blogging será o no la próxima burbuja, veamos cuáles son las características de este tipo de prácticas.
Características de una burbuja
A lo largo del post ya he ido dando algunas pinceladas, y llegados a este punto quiero entrar más profundamente a enumerar y describir las características de una burbuja.
Desde mi punto de vista, toda burbuja se basa en una práctica que podríamos denominar como la estrategia del iluso.
Entendamos por iluso a alguien que vive de una ilusión, y por tanto la estrategia del iluso se reflejaría en alguien que invierte en un bien sobrevalorado (producto, servicio, negocio, etc.) con la ilusión de vendérselo a alguien más iluso que él, dispuesto a invertir aún más.
Por lo tanto, la burbuja es mayor cuantos más eslabones tiene la cadena de ilusos que la compone, y que el límite está en el último iluso, el que no consigue vender.
Así pues, podríamos decir que las características de estas maniobras son:
- Poca inversión, o incluso nula. Así es, la parte avariciosa de la cadena puede que ni siquiera invierta en esta trampa para terceros. Es decir, piensa en el caso de un promotor de viviendas que pedía un préstamo a una entidad financiera con una carencia suficiente para poder vender la promoción antes de arriesgar ni un euro.
- Alta y rápida rentabilidad. Se deduce de la anterior característica, de la longitud de la cadena de ilusos y de la capacidad de generar elevadas expectativas del avaricioso.
- Cortoplacismo. Estas estrategias no suelen duran mucho. El estallido de la burbuja se produce rápidamente, pues llega un momento en que el truco se descubre, aunque para ese momento los avariciosos ya hayan puesto en práctica el famoso “coge el dinero y corre”.
Viendo todo esto, yo diría que el blogging no es una burbuja, y te diré los motivos.
Por qué el blogging no es una burbuja
Analicemos las características de una burbuja en paralelo con las de un blog:
La inversión
Si bien es cierto que la inversión económica de un blog es muy pequeña, no es menos cierto que para que éste empiece a generar ingresos, ya sea de forma directa o indirecta, hay que llevar a cabo otro tipo de inversiones.
Si de verdad uno quiere convertirse en un referente para su audiencia, hay que mentalizarse de una cosa: vas a ofrecer contenidos de alto valor sin un retorno económico directo.
Si no ofreces contenidos de valor, nadie te hará caso. Y si intentas cobrar por ello tu audiencia se irá a otro sitio donde le ofrezcan lo mismo gratis, porque por lo general hay mucha oferta.
En un blog tienes que llevar a cabo tareas invisibles que llevan mucho tiempo:
- Identificación de un nicho de mercado con una necesidad que tú puedas satisfacer y por la que estén dispuestos a pagar.
- Producción de contenidos en un mercado cada vez más exigente: artículos escritos, vídeos, infografías, etc.
- Desarrollo de productos y servicios a medida de las necesidades de tu audiencia.
- Vender, lo cual lleva muchísimo tiempo, desde la planificación hasta el seguimiento de las acciones comerciales.
- Networking, para multiplicar tu alcance a la vez que aportas a tu audiencia más valor desde el punto de vista de otros actores de la blogosfera.
- Analizar cada paso, corregir errores, optimizar los procesos y replicar los éxitos cosechados.
Mi experiencia además me dice que un blog se desarrolla en paralelo a un empleo o una actividad profesional, con lo que el esfuerzo es importante.
La rentabilidad
En primer lugar, si entendemos el blog como una actividad económica o como apoyo a la misma, deberemos cumplir con ciertos requisitos fiscales que a priori lastran la rentabilidad.
El proceso para que un blog empiece a dar rentabilidad es el siguiente:
- Creación. No es sólo crear la base tecnológica, sino que hay todo un backstage previo en que es necesario encontrar un tema central de interés para un mercado que esté dispuesto a invertir en dicho tema, que tenga competencia, pero no mucha, y que no sea algo estacional, sino que la perspectiva sea a largo plazo. Es el embrión de la propuesta de valor.
- Visibilidad. Un tesoro en el fondo del mar no sirve de nada. Hay que darle visibilidad, y en esta fase se trata de producir contenidos constantemente, tanto en el propio blog como en el de terceros cuya audiencia tenga conexión contigo. Hay que estar en todas partes.
- Autoridad. Esta fase es la de demostrar lo que sabes hacer, y también la de diferenciarse de la competencia. Se trata de convertirse en importante para tu audiencia, de hacerles ver que la solución que propones es la mejor para ellos, de ofrecer garantías.
- Monetización. En este momento es cuando ya conoces a tu audiencia y eres capaz de ofrecerle soluciones a sus problemas, ya sea en forma de productos o de servicios, y ya sea online u offline. El blog actúa como tu comercial, pero puedes ofrecer tu solución en modo local o en modo digital.
- Consolidación. Si todo el trabajo anterior se ha llevado a cabo bien, llega el momento en que se estabilizan los ingresos vía llegada de nuevos clientes o recurrencia de los antiguos.
Finalmente hay una fase de expansión, en la que se hace crecer el negocio de forma escalable, pero esto depende más de la visión del blogger.
Lo importante aquí es que todo este proceso lleva tiempo, mucho tiempo, y esfuerzo.
Es decir, la rentabilidad no es de la noche a la mañana, y más si entendemos que el punto de equilibrio se alcanza cuando se han amortizado las inversiones económicas, además de las de tiempo y esfuerzo.
La duración
Las burbujas nacen, crecen rápida y desproporcionadamente, y mueren.
Un blog nace como una propuesta de valor a largo plazo para la audiencia a la que se dirige, con el ánimo de ser un negocio en sí mismo o bien un apoyo al negocio.
Un blog te permite crear y consolidar tu marca personal o la de tu negocio, y si quieres vivir de ello lo lógico es que tu visión sea a largo plazo.
Mi conclusión es que, a pesar de que hay algunos que pretenden aprovechar la coyuntura actual para vender un gigante con pies de barro, el blogging no es una burbuja si su propósito es servir a quienes tienen una demanda relacionada con su propuesta.
Imagen | FreeDigitalPhotos