En la era donde Internet domina buena parte de la economía y del ecosistema empresarial, donde las fronteras entre lo profesional y lo personal (especialmente para los emprendedores) son cada vez más difusas, y donde la generación, acceso y tráfico de datos de cualquier índole crece a un ritmo exponencial, nuestro historial personal, pero también profesional y/o empresarial está mucho más expuesto. Sin embargo, esto no tiene porqué convertirse siempre en un obstáculo y, es más, puede brindarnos oportunidades que en otro contexto serían impensables.
Cuando hablamos de nuevas tecnologías aplicadas a la empresa, lo primero que se nos viene a la mente son cuestiones relacionadas con el marketing (normalmente marketing online), con la gestión de documentos (cloud computing) o, incluso, con el área comercial.
Y si hablamos de tecnologías y técnicas como el big data, es decir, la recopilación y acumulación masiva de datos para su posterior análisis y búsqueda de tendencias, oportunidades, etc… todavía más. Aunque parece que en esta asociación entre tecnología y gestión empresarial dejamos de lado un elemento vital, tanto para la puesta en marcha como para el crecimiento de cualquier empresa o negocio: la financiación.
Pero si financiar mi negocio, si la obtención de crédito o de capital es un elemento fundamental para mi proyecto ¿por qué no aplicar también las virtudes de la revolución digital y el big data para ello?
Las nuevas tecnologías han permitido la creación de fuentes alternativas de financiación estrechamente ligadas a la Red y que ofrecen una nueva ventana a los emprendedores. Quizá, las plataformas de crowdfunding son el agente más representativo (y más conocido) de esta nueva forma de concebir la financiación, tan alejada de la intermediación bancaria tradicional, pero no es el único.
El avance tecnológico nos permite ir mucho más allá a la hora de encontrar financiación para nuestro proyecto. Prueba de ello es la creación de nuevas plataformas que hacen uso de todas estas cantidades ingentes de información y datos para ofrecer líneas de financiación adecuadas al perfil real y a las necesidades de casa proyecto o emprendedor.
Pero, ¿qué datos utilizan? ¿pueden mis redes sociales influir en mi capacidad de financiar mi negocio?
Pues, presta atención, porque parece que esa es la tendencia. Consciente o inconscientemente, tenemos miles de datos sobre nosotros y nuestras empresas en la red, datos que pueden ser analizados y utilizados por otras empresas para formarse una imagen bastante clara sobre como funciona nuestro negocio y decidir sobre nuestra capacidad de crédito.
Y, aunque aún no se ha llegado a ese punto, queda poco para ello. De hecho, algunas plataformas de reciente aterrizaje en España, como es el caso de Spotcap, ya usan los datos facilitados por las cuentas de Amazon, eBay o Prestashop, para aquellas empresas que venden online.
A priori, puede que esta sobre exposición en la red pueda crearnos recelo, pero lo cierto es que, en muchos casos, puede resultar de gran utilidad a la hora de conseguir financiación, sin necesidad de basarnos sólo en el historial crediticio de nuestra empresa.
En Spotcap, por ejemplo, ofrecen un modelo alternativo de financiación para autónomos y PYMES basándose en datos obtenidos de las plataformas anteriormente mencionadas para poder ofrecer líneas de crédito adaptadas a una realidad mucho más cercana a la de emprendedores y PYMES y en la que influyen muchos más factores que los meramente financieros.
De hecho, un estudio reciente de la Cámara de Comercio asevera que solo 1 de cada 4 pequeñas empresas consigue la financiación deseada, mientras que la inyección de crédito a las grandes empresas es casa vez mayor.
Cuando se trata de conseguir financiación, especialmente entre las pequeñas empresas, el tiempo y la flexibilidad son fundamentales, pero las largas esperas, las altas exigencias de los bancos y las elevadas condiciones que exigen hace que con frecuencia se pierdan importantes oportunidades de crecimiento.
Por ello, parece que las tradicionales vías de financiación bancaria comienzan a convertirse en un modelo obsoleto incapaz de responder de forma efectiva a las necesidades reales de PYMES y autónomos, que conforman más del 95% del tejido empresarial español, y que las nuevas posibilidades que hoy día ofrecen las nuevas tecnologías, la cada vez mayor conectividad y la proliferación de terminales inteligentes como smartphones o tablets, son el futuro no muy lejano para la obtención de crédito en las pequeñas empresas.
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