¿Tus clientes te discuten cada céntimo del presupuesto?
¿Te resulta difícil trabajar con ellos?
¿Acabas de darte cuenta de que tu trabajo es poco rentable por el poco dinero que te da y todo el tiempo que te lleva?
Si acabas de responder un sí enorme (y desesperado) a estas 3 preguntas solo puede significar una cosa: estás trabajando con el cliente equivocado.
Quizás te estés preguntado por qué te digo esto. Muy sencillo. Abre bien los ojos porque tengo algo que decirte que puede hacer cambiar el rumbo de tu empresa. Tu cliente NO es todo el mundo.
Puede que estés pensando que si por ejemplo eres diseñador gráfico, todo aquel que necesite una web es tu cliente. ¡Error!
¿Quién es tu cliente ideal?
Tu cliente ideal es aquella persona o empresa que tiene una necesidad o un problema por cuya solución está dispuesta a pagar. ¿Ves ahora como no es todo el mundo?
[Tweet “Tu cliente ideal es aquél que tiene una necesidad por cuya solución está dispuesto a pagar”]
Tu cliente ideal no es aquella persona o empresa que tiene un problema pero que no lo ve como una prioridad y por lo tanto no está buscando una solución activamente. Aunque tú sí lo veas y seas consciente de que ese problema les afecta y que deberían ponerle remedio pero ya.
Por eso, si intentas venderle a este tipo de cliente lo que sucederá es, que como él no percibe que tú eres la solución a su problema, la venta no prosperará.
Muchos autónomos y pequeños empresarios no se paran a pensar con qué tipo de cliente quieren trabajar, sino que trabajan con cualquier persona dispuesta a pagar sus tarifas. Sin criterio alguno.
Sin embargo, no tener definido quién es tu cliente ideal tiene un handicap muy grande, y es que tu mensaje de marketing (si es que lo tienes) no está dirigido a él.
Conocer y comprender al detalle quién es tu cliente ideal te ayudará a ser mucho más efectivo en tu comunicación en general y específicamente, en algo tan importante como tu mensaje de marketing.
¿Y qué consigues con todo esto? Pues atraer a más personas o empresas con el mismo perfil, con ese perfil concreto con el que quieres trabajar.
Cuáles son las consecuencias de no trabajar con tu cliente ideal
¿Estás quemado y cansado de trabajar mucho y obtener poco? ¿Ves que las relaciones con tus clientes no son todo lo buenas que deberían ser? ¿Te has dado cuenta de que no puedes seguir así porque tu empresa no es nada rentable?
Muy probablemente esto se debe a que a lo mejor:
- Tienes que subir precios
- Tienes que cambiar de sector
- Tienes que dirigirte a un tipo de cliente con mayor poder adquisitivo.
Piénsalo. Pero date cuenta de que estos cambios, llevan de la mano un cambio en el tipo de cliente al que te diriges. Cambiar el mensaje supone cambiar también el tipo de receptor. Date cuenta de que no es lo mismo un servicio que cuesta 5000€ que uno de 500€. El cliente al que cada uno de estos precios se dirige es distinto.
[Tweet “#Emprendedores Es responsabilidad tuya el tipo de clientes que te llegan”]
La verdad es que es responsabilidad tuya el tipo de clientes que te llegan. Así que si últimamente te están entrando solicitudes de personas o empresas que no se acercan para nada al tipo de clientes que quieres tener, párate y pregúntate:
¿En qué está fallando tu mensaje? Estás mandando un mensaje que no está siendo recibido por tu cliente ideal. No le llega. No estás comunicando con eficacia.
Cómo encontrar a tu cliente ideal
No te preocupes, es más sencillo de lo que crees.
Primero, párate a pensar y analiza quién es tu cliente ideal. A lo mejor, ya has trabajado con él en el pasado. Si es así, recuerda cómo eran, en qué sector trabajaban y demás características comunes entre ellos. Así podrás empezar a esbozar y definir quién es y cómo es tu cliente ideal.
Si por mucho que te esfuerces, no consigues encontrar en ninguno de tus antiguos clientes a tu cliente ideal, te lo imaginas. Toma un folio en blanco y empieza a anotar sus características. no seas tímido y pide por esa boquita cómo te gustaría que fuese tu cliente ideal. Aunque te resulte imposible pensar que alguien así exista.
No olvides ningún detalle, y anota todos los datos psicográficos y demográficos, desde su edad hasta su serie de tv favorita.
Ahora es el turno de ponerse en sus zapatos y pensar como tu cliente ideal. ¿Qué piensa? ¿Qué siente? Anótalo todo en su perfil.
Una vez hecho el trabajo de campo, ya solo te queda enfocar y definir todas tus comunicaciones hacia él. Tienes que hablarle a él. Siempre. Desde tu mensaje de marketing hasta los post del blog, pasando por las páginas de ventas. Todo.
Ahora todos tus esfuerzos se centran en comunicarte de una manera efectiva con tu cliente ideal. Pruébalo, verás como notas un cambio significativo en tu empresa.
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