Cuando cumples los 50, aparecen más arrugas y te ves con menos pelo. Pero también has aprendido a conocerte y tienes experiencia sobre la vida. Los 50 son una edad perfecta para emprender y hacer, por fin, lo que más te gusta. Y es que, por mucho que esté de moda, el emprendimiento no solo es cosa de veinteañeros. De hecho, aquellos que ponen en marcha su negocio después de cumplir el medio siglo tienen mayores garantías de éxito.
Actualmente, la tasa de paro en España para los mayores de 55 años es del 18,4%. Ha bajado ligeramente con respecto a años atrás, pero desde que comenzó la crisis son muchas las personas en esta franja de edad que han perdido su trabajo. El problema es que encontrar un nuevo empleo cuando se forma parte de la recta final de la etapa laboral es realmente complicado. En casos como estos, emprender se convierte en una alternativa idónea.
Si algo bueno hay que reconocerle a la crisis es que ha aumentado de forma infinita la capacidad para reinventarnos. A veces, el salto al autoempleo llega casi por obligación, pero acaba convirtiéndose en la mejor decisión que podrías haber tomado en la vida. Piensa que después de tanto tiempo formándote, estás más preparado que nunca para trabajar por tu cuenta.
Emprender después de los 50 tiene muchas facilidades. Normalmente, los hijos ya han crecido y las cargas familiares son menores, por lo que no existe tanta presión económica. Además, tienes muy claro lo que te gusta y lo que no, así que puedes convertir tu mayor hobby en tu trabajo. Dedicarte plenamente a algo que te apasiona es todo un aliciente para sacar adelante un negocio.
Otro aspecto muy importante a tener en cuenta, si estás parado, es el de la jubilación. Probablemente lleves muchos años cotizados, pero no los suficientes para asegurar tu pensión. Si es así, tienes una razón más de peso para trabajar por cuenta propia. Además, a partir de los 45 años hay un mayor número de subvenciones a las que puedes acogerte para facilitar tu puesta en marcha.
No te quedes en casa. Sal y supérate. Cuando tengas miedo, recuerda que el mayor fracaso es no haberlo intentado. Echa un vistazo a aquí y mira por dónde tienes que empezar.