Confirmado, tal y como os adelantamos, el viernes 10 de julio de 2015 se aprobó esta importante medida en Consejo de Ministros: los profesionales autónomos verán reducido el tipo de retención desde el 19% actual hasta el 15%, el tipo que estuvo vigente hasta finales de 2011. Además las retenciones para nuevos autónomos bajan del 9% al 7% durante el año de inicio de su actividad y los dos siguientes (BOE 165, de 11 de julio de 2015).
Se trata sin duda de una agradable sorpresa ya que es una medida inesperada (se nota que las elecciones generales se acercan y que las arcas públicas por fin permiten ciertas alegrías) que supondrá una inyección de liquidez para los profesionales autónomos que incluyen retenciones en sus facturas.
Es un anuncio que viene coleando desde hace días y que confirmó el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre. Finalmente la entrada en vigor se produce el día siguiente a la publicación en el BOE, es decir las facturas con retenciones anteriores al 12 de julio serán al 19% mientras que a partir de dicha fecha, serán al 15%.
Si hacemos memoria, ya en el Proyecto de Ley de Reforma Fiscal, aprobado por el Gobierno, se contemplaba que la retención de los autónomos del 21% pasase al 19% en 2015, reducción que efectivamente hemos podido disfrutar desde el 1 de enero, y al 18% en 2016. En nuestro artículo sobre retenciones de los autónomos puedes ampliar información sobre el funcionamiento y evolución de las mismas.
Ahora la intención es ir mucho más allá y que el descenso sea más intenso y el porcentaje de las retenciones caiga al 15% para lo que resta de año para todos los profesionales autónomos. Hay que recordar que el año pasado ya se bajó al 15% la retención de los autónomos con rendimientos del trabajo íntegros anuales inferiores a 15.000 euros. Esta medida ha quedado ahora suprimida al generalizarse el 15% independientemente del nivel de ingresos.
Además, también se confirma que en 2016 las retenciones seguirán al 15% y no al 18%, que era lo previsto hasta ahora.
Lo dicho, la evolución en estos últimos cuatro años ha ido marcada por el tránsito de la crisis: el Gobierno español elevó el tipo de retención de los profesionales autónomos del 15% al 21%, un incremento que en principio se quería limitar a 2012 y 2013 pero que se tuvo que prorrogar en 2014, año en que se anunció la bajada al 19% para 2015 y ahora este nuevo salto hasta el 15%.