La decisión de ser autónomo es muy personal. Depende de las circunstancias de cada uno, de sus condiciones económicas y profesionales y también de la cultura de emprendimiento que le rodea. Hay profesiones que “invitan” a ser autónomo como las vinculadas a la rama sanitaria, podología, fisioterapia, veterinaria, etc. Sin embargo, en España hay una profesión en la que un porcentaje bastante alto de sus titulados deciden ser autónomos: dentista.
Según el Estudio de inserción laboral de los egresados universitarios elaborado por la Conferencia de Consejos Sociales y publicado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, casi la mitad de los odontólogos titulados en 2010 (concretamente el 49%) estaban afiliados a la Seguridad Social un año después de licenciarse.
Además, se podría decir prácticamente que es la “profesión” de los autónomos ya que se trata de una tendencia en alza con los porcentajes de autónomos más altos a lo largo de los años, alcanzando el 76% en 2014. Tras estos titulados, les siguen los podólogos con el 60% de autónomos y tasa de afiliación del 79 %, y los arquitectos, que en el cuarto año alcanzan el 48% de profesionales autónomos. Por el contrario, los que no ven salida en el autoempleo son los titulados en la Medicina, Biotecnología, Enfermería, Química, Física o las diferentes especialidades de Magisterio.
Además, si hablamos del tipo de contrato de los odontólogos recién licenciados cada vez existen menos de carácter temporal. Si en el primer año de licenciado los contratos temporales entre los dentistas representaban el 55% del total, cuatro años después esta cifra se reduce al 25%.
Y si hablamos de ingresos, entre los que ya cumplían cuatro años con la titulación de Odontología y estaban trabajando por cuenta ajena, el 24 % tenía una base de cotización anual superior a los 30.000 euros durante el año pasado.
Además, un dato que deja en evidencia el esfuerzo que se debe hacer para fomentar el autoempleo en España es que solo el 10% de los que se gradúan trabajan en el régimen de autónomos cuatro años después de haberse titulado. Es decir, uno de cada 10 afiliados a la Seguridad Social son autoempleadores cuatro años después de finalizar sus estudios. Los más atrevidos, el 7%, lo hacen nada más acabar la carrera, el primer año tras la graduación.
Más sorprendente es si cabe que sea precisamente la rama de Ciencias Sociales y Jurídicas, por el tipo de estudios que incorpora, relacionados en buena medida con el ámbito empresarial, el comercio y los negocios, la rama con menor porcentaje de autónomos, un 8%.
Y por si fuera poco, existen diferencias importantes entre aquellos que estudian en centros públicos y privados. En el caso de los primeros, un 6 % decide hacerse trabajador por cuenta propia al término de sus estudios, aumentando la cifra hasta el 9 % al cuarto año. En las Universidades privadas, los alumnos que deciden emprender al primer año son el 11 %, mientras que en el cuarto ejercicio representan el 16 %. Probablemente, influya en este caso que un amplio conjunto de universidades privadas proceden del ámbito empresarial, por lo que establecen con mayor facilidad relaciones con este sector.
No obstante, si estás acabando la carrera y está pasando por tu cabeza la posibilidad de ser tu propio jefe y liderar tu propio proyecto personal, te resumimos los trámites necesarios para ser autónomo.