El Gobierno ha aprobado una nueva línea de avales dirigida a autónomos y empresas como parte del Plan de respuesta a la guerra en Ucrania.
Su primer tramo, de 5.000 millones de euros, está dirigido a los autónomos y empresas afectados por la invasión rusa, salvo a los pertenecientes a los sectores financiero y de seguros.
Su gestión correrá a cargo del Instituto de Crédito Oficial (ICO) en colaboración con las entidades financieras.
En qué consiste la nueva línea de avales para autónomos y empresas
Esta nueva línea de avales va a emplearse para reforzar la liquidez de los autónomos y las empresas que se estén viendo afectados por el aumento de los precios de la energía, las materias primas o la electricidad debido a la guerra.
Los avales se van a emplear para garantizar nuevas operaciones de financiación concedidas por las entidades financieras.
Podrán solicitarlos, hasta el 1 de diciembre de 2022, aquellos autónomos y empresas que:
- No se encuentren en situación de morosidad.
- No se encuentren en proceso concursal a la fecha de firma de la operación.
- No estén sujetos a sanciones de la Unión Europea.
- No tengan ningún proceso de ejecución de avales gestionados por el ICO en el momento de su solicitud.
Características de los avales
Con el aval se va a garantizar hasta el 80% de los nuevos préstamos de las operaciones solicitadas con un importe máximo avalado de hasta 400.000 euros con carácter general, o 35.000 euros para empresas del sector primario, acuicultura o pesca, en una o varias operaciones de préstamo. El aval tendrá una vigencia igual al plazo del préstamo concedido, con un plazo máximo de 10 años.
Con respecto a préstamos de mayor volumen, el aval podrá garantizar hasta el 80% del importe del crédito para autónomos y pymes, y hasta el 70% para el resto de empresas. Aunque, en estos casos, el importe total del préstamo:
- No podrá ser mayor del 15% del volumen de negocios anual medio total del beneficiario durante los tres últimos ejercicios.
- O no podrá ser mayor del 50% de los costes de la energía en el año anterior a la solicitud del préstamo.
En estos casos, para dicho préstamo el aval coincidirá también con el plazo de amortización de la operación, que será de hasta ocho años.
A solicitud del deudor, todas las operaciones contarán con un periodo de carencia inicial del principal de 12 meses, y las entidades financieras tendrán que mantener abiertas las líneas de circulante de sus clientes hasta el 31 de diciembre de 2022.
Además, deberán aplicar los mejores usos y prácticas bancarias en beneficio de sus clientes y no podrán condicionar la aprobación de dichos préstamos a la contratación de ningún otros servicio o producto por parte del cliente.