Una actividad de carácter mercantil se refiere a aquellas operaciones que se realizan en el ámbito empresarial, con el fin de obtener beneficios económicos mediante el intercambio de bienes y servicios.
Estas actividades son llevadas a cabo por sociedades con personalidad jurídica propia, como las Sociedades de Responsabilidad Limitada (SL), Sociedades Anónimas (SA), Sociedades Limitadas Laborales (SLL) y Cooperativas, entre otras.
Se trata así de entidades legales separadas de sus propietarios, que, por lo tanto, pueden actuar como entidades comerciales en el mercado.
Algunos ejemplos de actividades mercantiles incluyen la compraventa de productos, la prestación de servicios, la importación y exportación, y la intermediación comercial.
Distinción con las actividades no mercantiles
Por otro lado, se consideran actividades no mercantiles las desarrolladas a título personal, como las de empresarios individuales autónomos o las de sociedades civiles y comunidades de bienes.
En este caso, las actividades no mercantiles están vinculadas a personas físicas o grupos sin personalidad jurídica propia.