Saber aplicar el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) a los descuentos en ventas es fundamental para poder entender las facturas correctamente, tanto si eres vendedor como consumidor.
La aplicación del IVA a los descuentos depende de la naturaleza de dichos descuentos, es decir, si están sujetos a condiciones o no: veamos cuáles son las diferencias.
Aplicación del IVA a un producto con descuento
Cuando un descuento no está sujeto a ninguna condición y se aplica directamente sobre el precio de venta, el IVA se calcula sobre el precio final después del descuento.
En otras palabras, primero se hace el descuento sobre la base imponible y luego se calcula el IVA sobre el total.
Vamos a ilustrarlo con un caso práctico que nos planteó un autónomo hace tiempo:
A la hora de hacer una factura, puedo aplicar un descuento a un producto determinado, hasta ahí bien. Pero… ¿y si hago un descuento al final de la factura?
Es decir, si he facturado 100 € + IVA 21 % = 121 € y quiero realizar un descuento… ¿cómo lo hago?
Por ejemplo, si quiero descontar -5 € el total a pagar serían 116 €. Pero claro, en el desglose de IVA las cosas no cuadran; entiendo que el descuento lleva un IVA del 0 %, es decir, no está sujeto a IVA. ¿Estoy en lo cierto?
Cómo aplicar el IVA a descuentos con condiciones
En la mayoría de los casos, se aplica primero el descuento y luego el IVA. Es decir, el descuento si trabajas con precios finales también incluye el IVA.
Si tienes artículos sometidos a distintos tipos de IVA, los descuentos deben llevar también el tiempo de IVA correspondiente, es decir, si facturas la mitad de productos al 21 % y la otra mitad al 10 %, el descuento será también al 21 % y 10 % en cada tipo de producto.
Sin embargo, en ciertas situaciones particulares, como en la compra de servicios o seguros, puede ser necesario aplicar primero el impuesto y luego el descuento debido a regulaciones específicas.
Cuando un descuento está sujeto a una condición, como pagar antes de una fecha determinada o cumplir con ciertos requisitos, el IVA se calcula sobre el precio original antes del descuento.
La factura se emite considerando el precio completo más el IVA, porque solo si el cliente cumple la condición, se aplicará el descuento, y este se hará sobre el precio de venta antes del IVA.
De hecho, una vez calculado y facturado, el IVA generalmente no se puede ajustar a menos que existan circunstancias excepcionales.
En cualquier caso, como las regulaciones fiscales pueden variar según la ubicación y la normativa local, es recomendable consultar la legislación vigente para asegurarse de aplicar correctamente el IVA a los descuentos en ventas.