“Los autónomos nunca se ponen enfermos”. Es probable que en alguna ocasión hayas escuchado esa frase.
Teniendo en cuenta los datos de un reciente estudio publicado por Previsión Mallorquina, el dicho podría ser cierto.
Sólo el 15 % de los trabajadores autónomos pidió la baja laboral el año pasado.
Los datos del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) ayudan a poner todo esto en contexto. Según el IVIE, el volumen total de bajas laborales en España fue del 40 %.
Los autónomos españoles piden muchas menos bajas que el resto de trabajadores.
¿Cuál es la razón de fondo y qué hacer para solucionarlo?
¿Por qué hay tan pocas bajas laborales entre los autónomos?
El estudio de Previsión Mallorquina aporta una de las claves: el 88,8 % de los autónomos considera que la Seguridad Social o su mutualidad no cubren adecuadamente la pérdida de ingresos que se producen durante las bajas laborales.
En otras palabras: la inmensa mayoría de los autónomos piensan que “ponerse enfermos” reduce sus ingresos de forma significativa.
Esta percepción contribuye al rechazo a tomar los tan necesarios descansos por enfermedad.
El problema se ramifica en tres partes:
- No tomarse descanso por enfermedad puede tener consecuencias a largo plazo sobre la salud de los autónomos.
- Trabajar enfermo contribuye a provocar accidentes, pudiendo empeorar la enfermedad o el problema del trabajador.
- Existe una desconfianza generalizada en el sistema de bajas laborales.
¿Cuánto tiempo duran las bajas de los autónomos y qué impacto económico tienen?
Pocos autónomos piden bajas de corta duración.
Según el mencionado estudio, la baja media de los autónomos en 2023 fue de 24,2 días.
Además, la mitad de los trabajadores por cuenta propia reconocen que recurren al apoyo familiar para compensar los gastos derivados de su baja laboral.
Teniendo en cuenta los datos anteriores, parece claro que la decisión de no tomar bajas laborales está fuertemente influenciada por el dinero.
Sin una red de seguridad financiera adecuada, los autónomos se ven obligados a continuar trabajando en malas condiciones, poniendo en riesgo su salud y comprometiendo su capacidad de trabajo a futuro.
¿Cómo mejorar la salud profesional de los autónomos?
Es necesario adoptar medidas que proporcionen soporte a los autónomos durante las bajas laborales.
¿Lo ideal? Una mejora significativa en las prestaciones de la Seguridad Social o de la mutualidad.
Por desgracia, ese escenario ideal aún parece lejano. La alternativa pasa por tener un complemento extra en caso de baja.
Ahí surge la alternativa de los seguros de baja laboral para autónomos, este tipo de productos privados ofrecen una prestación a los trabajadores cuando se ponen enfermos o tienen una enfermedad.
A pesar de ser una herramienta muy útil para compensar cualquier imprevisto, sólo un 18,7 % de los autónomos españoles recurre a ellos.
Además de ofrecer un colchón para trabajar con tranquilidad y afrontar cualquier imprevisto sin que los ingresos se desplomen, este tipo de seguro es deducible como gasto.
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Conclusión: la salud profesional de los autónomos es un tema que necesita atención urgente tanto por parte de las instituciones como de los propios trabajadores.
Los datos reflejados en este informe revelan una preocupante tendencia a evitar bajas laborales y destacan la necesidad de implementar reformas urgentes en el sector.