El comercio minorista en nuestro país está compuesto por casi 600.000 establecimiento que emplean a más de 1.890.000 personas. Su incidencia en el PIB de España es de un 5,5% y, con todas estas cifras, un sector tan duramente castigado por la crisis económica ha necesitado la prolongación de medidas excepcionales como el Plan Integral de Apoyo a la Competitividad del Comercio Minorista. Por tercer año consecutivo, el Gobierno aprueba un paquete de medidas, que incluye la liberación de 18 millones de euros y 34 medidas de actuación.
Las cifras interanuales del pasado mes de febrero arrojaban datos positivos sobre los números del comercio minorista, ofreciendo un crecimiento del 2%. Esta buena noticia no conseguía, sin embargo, dejarnos un buen sabor de boca, puesto que los datos totales, analizados por sectores y mes a mes, muestran la inestabilidad que aún padecemos en un sector ya muy castigado por la crisis.
Tal vez este hecho ha sido el que haya empujado al Gobierno a aprobar un nuevo Plan de Apoyo al Comercio Minorista, que afiance más las cifras y ayude a escalar tantos positivos gracias a 10 líneas de acción que intentan reforzar el sector desde todas las vertientes y que inciden en los mismos ejes que sustentaron el Plan de 2014.
En este sentido, parece que todos los agentes sociales e institucionales intentan implicarse en el proceso, con la colaboración de las Comunidades Autónomas, los Ayuntamientos, las organizaciones empresariales del sector y la Cámara de Comercio de España. Es precisamente en el acuerdo suscrito con esta entidad donde se experimenta una de las novedades para 2015: 400.000 euros más de presupuesto, lo que significa un aumento del 20,5% y eleva la cantidad hasta los 5 millones de euros.
El paquete de medidas intenta concienciar al sector para que implemente definitivamente fórmulas estratégicas e imprescindibles para el comercio actual: impulsar el pago con tarjeta, con la rebaja de comisiones; apostar por el relevo generacional; invertir en formación; llevar a cabo una inaplazable renovación e innovación tecnológica; reforzar presencia a través del e-commerce y para ello se cuenta con el canal Red.es, que financia parte de los costes de asesoramiento para que las empresas pongan en marcha sus sitios online; y favorecer la financiación.
Este es, precisamente, otro gran pilar para sostener el sector. Así el Plan propone facilitar líneas de crédito que garanticen la liquidez y la calidad inversionista de los minoristas y, para ello, se han integrado todas las líneas ICO, de modo que se pueda agilizar la concesión de créditos; todo ello después de que las cifras de 2014 hayan constatado que tras conceder préstamos por valor de 1.550 millones de euros, la inversión generada superó los 1.861 millones.
Estas acciones supondrán un notable aumento de la competitividad del comercio detallista, del que también se beneficiarán los autónomos, quienes esperan que con el Plan de Apoyo 2015 se consiga el autoempleo de 25.000 nuevos trabajadores, según la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).
imagen | Salva Barbera