Hace dos días el secretario general de la CEOE, José María Lacasa, proponía a los sindicatos en la mesa para la reforma de la negociación colectiva la posibilidad de que las pymes de nueva creación y con menos de 6 trabajadores puedan estar exentas de aplicar los convenios colectivos.
Pero los sindicatos proponen un modelo a la carta, en la que cada sector pueda elegir el convenio de rango superior más adecuado según sus necesidades. Como informan en los medios de comunicación las conversaciones han encallado en los últimos días en la reformulación jurídica del Estatuto de los Trabajadores, que debe actualizarse para dar cabida al acuerdo.
Evidentemente no es esta la principal cuestión que se está debatiendo. La cuestión fundamental es si la evolución de los salarios debe dejar de ir ligada al IPC y pasar a depender de la productividad. En cualquier caso la negociación de los convenios colectivos es en esencia lo que más nos va a afectar a todos, autónomos y pequeñas empresas incluidos. No sólo a los que inicien su actividad, sino también a los que ya están constituidos.
El gobierno se había puesto como fecha límite para llegar a un acuerdo el 19 de marzo. Casi una semana después sigue sin alcanzarse. Así que no es de extrañar que esté habiendo reuniones hasta altas horas de la noche, a parte de las ya tradicionales escenografías fotogénicas del Presidente.
Que hay que flexibilizar la relación laboral entre pequeños empresarios y sus trabajadores es algo de lo que todo el mundo viene hablando desde hace meses (años, algunos). Pero el «cómo» se flexibilice puede traer cola. En concreto esta medida que propone la CEOE por un lado puede suponer que mucha gente se lance a crear una nueva empresa y genere nuevos puestos de trabajo (aunque como todo nuevo proyecto no se tenga garantía de que vaya a ser a largo plazo), pero por otro, si sólo se aplica a las nuevas empresas, puede suponer al mismo tiempo la aparición de una competencia imposible de asumir por las empresas más veteranas (que no se beneficiarían de esta flexibilidad) y que podrían llegar a tener que cerrar (aunque en principio ya estuviera demostrada, hasta ahora, su viabilidad y estabilidad).
Hay más: la CEOE también apuesta por aumentar el número de cargos directivos que deberían estar excluidos de las condiciones establecidas en los convenios colectivos.
Lo que sorprende mientras se negocia estas cuestiones que sin duda marcarán la velocidad o lentitud con la que nos recuperemos de la crisis es que los sindicatos, con la que está cayendo, se suban los salarios… ni IPC ni productividad… ¿negocian una cosa y practican otra?