Evolución y características de los autónomos

En este artículo podrás encontrar una radiografía del conjunto de la población dada de alta en el Régimen de Autónomos en España con un análisis de sus principales características y de la incidencia que la crisis ha tenido en el colectivo de autónomos en los últimos tres años. Semestralmente iremos actualizando el informe para comentar los posibles cambios que vayan ocurriendo.

1. Evolución del número de autónomos

La gran significación e importancia de los autónomos en el mercado de trabajo y en el desarrollo empresarial español se refleja en las siguientes cifras:

• 17,89% de la población ocupada a finales de junio de 2.011 con 3.106.892 personas inscritas el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social, el 93,39% (2.901.384) de las cuales cotizan en el régimen de autónomos normal y el 6,61% (205.508 personas) restante en el S.E.T.A., específico de la actividad agraria. 
• El máximo histórico en el número de autónomos se alcanzó en mayo de 2008 con un total de 3.409.008 personas dadas de alta como autónomos. Estos años de crisis han supuesto una reducción de 302.116 en el total de autónomos de alta, lo que supone el 8,86% menos. La caída se concentró en 2008 y 2009, estabilizándose la cifra de autónomos alrededor de los 3.100.000 en los últimos meses, cerca del nivel previo a la burbuja inmobiliaria.
• Los autónomos agrarios vienen sufriendo una caída mayor y permanente, que es anterior a la crisis ya que en los últimos 6 años se han reducido un 24,5%.

Fuente: Seguridad Social: nº de personas inscritas en el R.E.T.A. y en el régimen agrario por cuenta propia (hasta 2009) o el nuevo Sistema Especial de Trabajadores Agrarios (S.E.T.A.), de los trabajadores por cuenta propia del Régimen Especial Agrario (desde 2008).

• El 90% de las empresas españolas son autónomos o microempresas: según datos del Directorio Central de Empresas (DIRCE) del Instituto Nacional de Estadística, en 2011 el 36,8% de las empresas existentes en España son personas físicas. Si les añadimos sociedades, comunidades y cooperativas sin asalariados, detrás de las cuales hay en la gran mayoría de casos una persona dada de alta como autónoma, podemos estimar que los autónomos suponen el 52,3 del tejido empresarial. Junto a las microempresas (de 1 a 9 asalariados), en las que generalmente hay una persona física de alta como autónomo o una sociedad administrada por un empresario autónomo, el porcentaje sube hasta el 90% del tejido empresarial español.

2. Distribución de los autónomos por CC.AA.

Cuatro Comunidades Autónomas (Cataluña, Andalucía, Madrid y Comunidad Valenciana) concentraban a final de junio de 2011 el  54,5% de los autónomos del país, porcentaje que se mantiene estable en los últimos 3 años.

Para analizar el impacto de la crisis en cada CCAA hemos comparando los datos de junio de 2008, época de máximos en lo que a afiliaciones en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos se refiere, con los de junio de 2011, periodo en el que el número de autónomos se ha reducido un 8,77%.

Esta comparativa 2008 – 2011 permite dividir a las CCAA en 4 grupos:

• Crecimiento en el número de autónomos: Ceuta (+1,96%) y sobre todo Melilla (+5,97%), únicos territorios donde ha crecido el número de autónomos.
• Sensiblemente mejor que la media: destaca un caso positivo como Extremadura (-4,28) y una comunidad de tradición industrial como el País Vasco (-6,26%). También podemos incluir en este grupo a Asturias (-6,79%).
• Ligeramente mejor que la media: Castilla León (-7,20%), Galicia (-7,54%), Andalucía (-7,56%), Cantabria (-7,68%), Navarra (-7,80%) Comunidad de Madrid (-8,40%) y Baleares (-8,58%).
• Peor que la media: Canarias (-9,17%), La Rioja (9,53%), Cataluña (-9,78%), Aragón (-9,93%), Castilla La Mancha -(9,93%) y especialmente los casos destacados de la Comunidad Valenciana (-11,85%) y la Región de Murcia (-12,96%).

3. Distribución sectorial de los autónomos

Cuatro grandes grupos sectoriales (comercio, construcción, hostelería y agricultura) concentraban en junio de 2011 el  57,42% de los autónomos del país, un punto menos que un año antes.

En 2009 la Seguridad Social amplió el nivel de desagregación sectorial en los datos estadísticos que facilitaba al incorporar las nuevas clasificaciones del CNAE vigentes desde enero de 2009. Por ello, para ver la evolución en el tiempo de la distribución sectorial hemos considerado el dato de enero de 2009, aunque ello nos impide ver todo el impacto de la crisis.

Esta comparativa enero 2009 – junio 2011 permite dividir identificar 5 tipos de grupos sectoriales en función de su posición respecto a la media del periodo (descenso del 5,09%):

• Sectores con crecimiento en el número de autónomos: educación (+5,78%), actividades sanitarias y servicios sociales (+7,95%), información y comunicación (+7,07%), profesionales técnicos y científicos (+5,73%), finanzas y seguros (+3,50) y hostelería (+3,22%). actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (-3,09%)
• Pérdida de autónomos pero comportamiento mejor que la media: y comercio (-0,94%).
• En línea con la media: otros servicios (-5,56%), actividades inmobiliarias (-4,27%), resto de grupos (-5,00%) y
• Peor que la media: transporte y almacenamiento (-6,70%), Industria manufacturera (-8,29%), agricultura y pesca (-8,57%), actividades administrativas y servicios auxiliares (-9,70%).
• Mucho peor que la media: destaca el caso de la construcción con un descenso del 20,72%.

4. Distribución de los autónomos por Género

En junio de 2011 las mujeres representaban aproximadamente la tercera parte (34,1%) de los autónomos españoles y los hombres las dos terceras partes restantes (65,9%). En 2005 las mujeres suponían el 31,7% y en junio de 2008 el 32,5%, lo que demuestra un paulatino incremento del peso de la mujer dentro del colectivo de autónomos, proceso que se ha acrecentado con la crisis.

Y es que la crisis ha golpeado con mayor dureza a los hombres por su vinculación a los sectores que más la han sufrido como son la construcción pero también la agricultura y la industria. Entre junio 2008 y junio de 2011 el número de hombres dados de alta como autónomos se ha reducido un 10,8% mientras que el de las mujeres sólo lo ha hecho un 4,5%.

5. Autónomos extranjeros

A finales de junio de 2011 había 208.233 extranjeros dados de alta como autónomos según datos de la Seguridad Social, lo que supone el 6,70% del total de autónomos. Estas cifras suponen un descenso del 12,56%, mayor que la media, ya que en junio de 2008 había 238.142 autónomos, el 6,99% del total. Suponen no obstante una cierta recuperación respecto a marzo de 2010, cuando se contabilizaron 195.791 autónomos extranjeros.

El 51,22% de los autónomos extranjeros proceden de la Unión Europea, con un descenso del 26,77% respecto a Junio de 2008, cuando suponían el 61,16% del total de autónomos extranjeros. Destacan por número los procedentes de Rumanía (22.412 personas), Reino Unido (19.236), Alemania (14.045) e Italia (14.034).

El 48,77% de los autónomos extranjeros procede de países no pertenecientes a la Unión Europea, con un aumento del 9,82% respecto a los datos de junio de 2008. Destacan China (34.753) y Marruecos (11.823).

Cuando analizamos el impacto de la crisis por nacionalidades destacan dos casos:

• Los autónomos chinos, que han crecido un 55,9% en estos 3 años, convirtiéndose en la comunidad extranjera con mayor número de autónomos en España.
• Los autónomos rumanos, que se han reducido un 53,79%, debido a su gran vinculación al sector de la construcción.

 EXTRANJEROS DE ALTA COMO AUTONOMOS

6. Otras características de los Autónomos

El preámbulo del Estatuto del Trabajo Autónomo (Ley20/2007) recoge algunas otras características de interés:

“ … En el siglo XX el autoempleo o trabajo autónomo estaba en la mayoría de los casos circunscrito a actividades de escasa rentabilidad y reducida dimensión como la agricultura, la artesanía o el pequeño comercio.

Ahora sin embargo el trabajo autónomo prolifera en actividades de alto valor añadido debido a los nuevos desarrollos organizativos, a la difusión de la informática y las telecomunicaciones y a la mayor valoración social de la independencia laboral.

Han surgido nuevos perfiles de autónomos como los emprendedores, los autónomos económicamente dependientes, los socios trabajadores de cooperativas y sociedades laborales o los administradores de sociedades mercantiles que poseen el control efectivo de las mismas.

El 66,7% de los autónomos existentes en junio de 2006 eran personas físicas que realizaban actividades profesionales en los distintos sectores económicos. El 79,3% de ellos no tenía asalariados y el 18,8% tan sólo 1 ó 2…”

El Plan de Apoyo a los Autónomos de la Comunidad de Madrid, publicado en junio de 2006, ofrece una interesante información complementaria:

– En 2005 la edad media del autónomo español y del madrileño era de 44 años, 5 puntos por encima de la media del conjunto de personas afiliadas a la Seguridad Social.

– Estado civil, Según datos de la EPA, el 65% de los autónomos madrileños en 2005 estaba casado.

– Plantilla: el 80% de los autónomos españoles no contaba en 2005 con personal asalariado.

– Actividad: el 95% se dedicaba exclusivamente a una actividad.

– Un 56% de los autónomos españoles cotizaba por la base mínima, un 12% por una base reducida, un 23% entre la base mínima y 1,5 veces la misma. Un 7% entre 1,5 y 2 veces la base mínima, y sólo el 2% por encima del doble de la base mínima.

– Antigüedad: el 59% de loss autónomos madrileños llevaba ejerciendo la actividad más de 5 años, un 10% de 3 a 5 años, un 18% de 1 a 3 años y un 13% menos de un año.

– Según datos de la EPA relativos al cuarto trimestre de 2005, el nivel formativo de los hombres autónomos madrileños oscilaba entre un nivel básico (45,9%), medio (22,9%) y superior (31,2%). Entre las mujeres autónomos el nivel formativo es mayor, con unos porcentajes del 24,4%, 38,5% y 37,1% respectivamente.

– La media de dedicación ascendía a 45,7 horas semanales. Entre los hombres esta cifra se elevaba hasta 47,2 mientras que entre las mujeres sólo alcanzaba 40,6. Sectorialmente también se observaban importantes diferencias, ya que la media de horas semanales en el comercio y la hostelería ascendía hasta las 49,2 horas mientras que en el sector “otros servicios” se quedaba en 36,2.