Por segunda vez en pocos meses (la primera fue con su exclusión de la Tarifa Plana), los autónomos societarios han sido claramente perjudicados por el Gobierno, que acaba de incrementar en un 20% su cuota de autónomos y que aumentará de los 261 euros, establecidos para la base mínima en 2014, a, como mínimo, 314 euros al mes. Una subida sorpresiva y desproporcionada.
Desde Infoautónomos queremos manifestar nuestro desacuerdo con este tipo de medidas que tratan a todas las sociedades mercantiles como iguales, sin tener en cuenta su volumen de facturación. Es hora de que la Administración articule un nuevo sistema de cotización más justo, en el que la cuota a pagar a la Seguridad Social dependa de los ingresos reales y no de la forma jurídica que se adopte.
Presuponer que, por constituir una Sociedad Limitada, un autónomo tiene más ingresos es un grave error que desfavocere, precisamente, a todos esos emprendedores que inician su actividad y optan por la sociedad como forma jurídica atendiendo a sus ventajas y características.
Y es que hay muchas buenas razones para elegir una Sociedad Limitada como forma jurídica de un negocio cuando apenas se tienen ingresos: asociarse con otra persona o con un inversor, ofrecer una imagen más profesional y solvente al mercado, la necesidad de realizar cuantiosas inversiones, los requisitos que a veces ponen las entidades financieras para aprobar un crédito, la posibilidad de optar a determinadas subvenciones o, incluso, que la actividad de la empresa esté sujeta a una normativa específica que obligue a adoptar una forma societaria.
Ahora, las Sociedades Limitadas cuentan con una nueva traba que, en muchos casos, puede llegar a ser un grave inconveniente: la cuota de los autónomos societarios es muchísimo mayor que aquella a la que puede optar un autónomo que cumpla los estrictos requisitos para acceder a la Tarifa Plana.
El hecho de constituir una sociedad no guarda en absoluto relación con la capacidad de asumir costes añadidos por parte de quiénes las gestionan, algo que el Ejecutivo ha parecido olvidad (u obviar) en el diseño de las medidas más recientes dirigidas a “fomentar el emprendimiento y el empleo en España”.
Son muchas las ocasiones en las que hemos hecho referencia a que esto de “emprender” está de moda. Una tendencia a la que parecía haberse sumado el Gobierno durante todo el pasado año con la aprobación de la tan esperada Ley de Emprendedores y de medidas que pretendían fomentar el autoempleo, como la ya consabida Tarifa Plana que, como ya hemos dicho, también deja fuera a los autónomos que se hubieran constituido como administradores de una Sociedad o que tengan control de la misma.
De esta forma, parece que el término “emprendedor” o, por lo menos, el tipo de emprendedor que merece el respaldo de las Administraciones para iniciar su actividad (lo de consolidarla ya es otra historia), queda reducido a un tipo de “autónomo” muy concreto, el del autoempleo más precario, dejando de lado las diferentes casuísticas que cada actividad, profesional o empresarial, pudiera generar.
Es cierta la existencia de pequeñas y, más bien, medianas empresas con un poderío económico y una generación de beneficios que perfectamente pueden sostener éste tipo de medidas e incluso más, no lo es menos que la gran mayoría de las pequeñas empresas y microempresas (con menos de 5 trabajadores) que conforman la estructura empresarial española funcionan, es especial durante los primeros meses de vida, con presupuestos realmente ajustados.
Ahora me pregunto: ¿es posible fomentar el empleo si las pequeñas empresas (las mayores creadoras de puestos de trabajo en España) apenas pueden sostener su actividad? ¿De qué sirve facilitar la creación de empresas (en apenas 48 horas), si probablemente tendrán que cerrar en pocos meses ante la avalancha de cargas administrativas e impositivas a la que se ven expuestas?
Desde Infoautónomos insistimos en que es hora de volver a recuperar la idea (inviable para unos, de sentido común para otros) de establecer un nuevo sistema progresivo de cotizaciones para los autónomos que realmente vaya en consonancia con los ingresos obtenidos/facturados, como ya propusimos hace muchos meses.
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