A día de hoy existen muchas plataformas web que ofrecen trabajo a profesionales autónomos y uno de los requisitos básicos para poder enviar nuestra propuesta es aportar un portafolio completo y de calidad.
El portafolio profesional es un documento físico o digital de presentación que no solo incluye datos personales, experiencia laboral y formación, sino que también ofrece muestras reales de nuestro trabajo con el fin de demostrar las habilidades y aptitudes que afirmamos poseer.
Ésta quizás sea la gran diferencia con respecto a un CV, en el que solo se muestra la información desde un punto de vista personal y subjetivo, ya que no permite adjuntar ninguna prueba verídica de lo que estamos afirmando.
Una de las claves más relevantes para conseguir éxito en la propuesta de portafolio enviada a quien lo requiera es la inclusión de trabajos presentes y pasados relacionados con la oferta, que corroboren nuestras capacidades. Pueden ser links a nuestra página web, blog, contenidos publicados, canal de youtube propio, newsletters, perfil de LinkedIn o cualquier otro documento que demuestre lo que sabemos hacer.
Una vez que tenemos clara la importancia que en nuestro desarrollo profesional tiene la existencia de un buen portafolio, la duda puede surgir en: ¿Por dónde empiezo?
Aspectos clave a tener en cuenta para un portafolio de éxito
1. Define tu público objetivo, target de mercado y clientes potenciales
Como profesionales independientes debemos tener muy claro qué tipo de perfil tienen nuestros clientes, ¿a quien le pueden interesar los servicios que ofrezco? Una vez los hemos identificado, el segundo paso será saber dónde están para dirigirnos directamente a ellos.
En función del nicho de mercado al que nos orientemos, el portafolio deberá enfatizarse en aspectos concretos relevantes para ese sector. Lo que queremos conseguir es el interés y atención de las personas que lean nuestro portafolio para ser los elegidos y conseguir el trabajo.
2. Destaca los proyectos en los que más te interese trabajar
Aunque nuestra actividad esté encuadrada en un sector o industria determinada, seguramente tendremos preferencias a la hora de realizar según que proyectos. Por ello, es importante destacar en el portafolio, aquellas iniciativas que nos motiven y apasionen.
Para conseguir atraer proyectos de este estilo, la mejor manera es mostrar trabajos anteriores similares, que hayamos realizado satisfactoriamente por nuestra parte y la del cliente.
3. Enfatiza tus fortalezas
Ésta es una diferencia clara entre el CV y el portafolio. En un CV se habla sobre lo que sabemos hacer, y seguramente todos hemos maquillado un CV alguna vez, sin embargo, en un portafolio se debe demostrar con ejemplos reales lo que sabemos hacer.
Para ello es importante destacar nuestras habilidades.
Algo que sigue funcionando muy bien gracias a los medios sociales donde la información fluye muy rápido y en tiempo real, son las recomendaciones y validaciones profesionales. Esto es algo que LinkedIn sabe hacer muy bien.
4- Incluye muestras de empresas referentes para las que hayas trabajado
Esta será quizás tu mejor arma. Todos sabemos quienes son las empresas “influencers” dentro del sector en el que estamos realizando nuestra actividad. Si hemos tenido la suerte de desarrollar algún proyecto para una de ellas, no debemos dudar en incluir una muestra detallada y completa de la tarea ejecutada.
Si por el contrario todavía no hemos conseguido ese contrato, también debemos incluir pruebas de proyectos realizados para empresas similares del sector, con el objetivo de que alguna de las grandes se fije en nuestro trabajo y nos contrate.
5. Excluye información no relevante
Seguramente a todos nos ha pasado alguna vez, haber aceptado proyectos que realmente no nos llenaban ni nos aportaban demasiado profesionalmente, sin embargo los hemos hecho porque al final el trabajo es el trabajo, y los autónomos tenemos muchas facturas que pagar a final de mes.
Sin embargo, si nuestro objetivo es orientarnos a otro tipo de iniciativas, debemos saber excluir ciertas experiencias laborales poco satisfactorias de nuestro portafolio.
Por el hecho de sobrecargar el portafolio con un gran número de tareas realizadas en diferentes segmentos no vamos a conseguir trabajo de calidad.
El portafolio es la mejor herramienta de presentación ya que incluye una parte estática de información y una dinámica que muestra la realidad de nuestro trabajo.
Por ello, debemos saber orientarlo a la consecución de nuestro objetivos personales y profesionales con la intención de captar la atención de aquellos clientes potenciales que están en nuestro punto de mira.