Más de 3.191.291. Ese es el número de autónomos registrados en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) a fecha de diciembre de 2016 según los datos ofrecidos por la Federación de Trabajadores Autónomos (ATA). En comparación con el mismo periodo de tiempo en 2015, las cifras han registrado un incremento de 25.479 nuevos autónomos. De los más de 3.000.000 de trabajadores por cuenta propia en 2016, el 61% son autónomos constituidos como personas físicas mientras que el 38,2% tienen algún tipo de sociedad.
El 86% cotiza por la base mínima
Si hay un análisis destacado en este informe y que confirma la situación del colectivo de autónomos es el que apunta a que el 86% de ellos cotizan por la base mínima; una base mínima que en este 2017 está fijada en 893,10 euros hasta la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Además, el porcentaje se incrementa hasta nada menos que el 90% en caso de autónomos de edad inferior a los 40 años.
¿Cuáles son los inconvenientes de cotizar por la base mínima? El punto negativo más destacable tiene que ver con las prestaciones de baja por enfermedad, invalidez, maternidad y jubilación. Hay que tener en cuenta que optar por la base mínima significa, tal y como te contamos en un artículo reciente sobre el tema, reducir al mínimo las garantías y cuantías de las prestación. En caso de baja por enfermedad, por ejemplo, percibirás entre 535 y 669 euros y si hablamos de la pensión por jubilación ésta no alcanzaría los 700 euros. De hecho, y para ser más exactos, la pensión media de un jubilado autónomo asciende a 691,49 euros en la actualidad.
Varón dedicado al sector comercial, el perfil del autónomo
Otra de las conclusiones que se desprenden de los datos aportados en el estudio es que el hombre representa el 62,5% del colectivo de autónomos, aunque la mujer ha registrado un ritmo de crecimiento del 1,3% durante 2016. Unas cifras alentadoras aún con la resaca de la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Atendiendo a la edad, el 45,7% de los autónomos tiene entre 40 y 54 años y el 26,8% entre 25 y 39. Por tanto, podemos establecer que el perfil representativo de los trabajadores autónomos en España corresponde a varón, de más de 40 años y dedicado al sector de actividad comercial en el que se enmarca el 23,8% del total de los trabajadores por cuenta propia. Es decir, uno de cada cuatro autónomos forman parte del tejido comercial. El sector agrícola es, después del comercio, el que más autónomos reúne (11,95%).
Supervivientes de la crisis
Aunque la difícil coyuntura económica puso contra las cuerdas a los autónomos de este país, los números arrojados por el informe de ATA dan lugar a una lectura positiva: el 55, 2% de los trabajadores independientes iniciaron su actividad desde hace al menos cinco años, por tanto, batallaron en plena crisis y resistieron.
Además, la recuperación económica ha favorecido el emprendimiento. En 2016, el 15% del conjunto de autónomos llevaban en activo tan solo un año.
Ritmo lento pero seguro de creación de empleo
Pero si hay un dato digno de mención y análisis es el de la creación de empleo. El autónomo generó el pasado 2016 un total de 70.490 empleos netos, 45.011 de ellos correspondientes a trabajadores asalariados y el resto a nuevas altas en el RETA; cifras que suponen un incremento del 4% de empleadores respecto a 2015.
Pese a estos datos, la tendencia es mejorable. De entre los dos millones de autónomos constituidos como personas físicas, tan solo uno de cada cinco tiene al menos un trabajador empleado. Esto significa que en 2016, un 78,4% del conjunto de autónomos en España desarrollaron su actividad sin personal a su cargo. A pesar de los incentivos a la contratación darse de alta en autónomos supone afrontar cuota mensual, impuestos trimestrales y, en definitiva, todos aquellos gastos derivados de la actividad; gastos que hacen muchas veces inviable la contratación de plantilla.
Veamos una completa infografía del perfil del autónomo: