Hace casi un mes que en este mismo blog nos preguntamos qué está pasando con las ayudas para los autónomos anunciadas por el Gobierno en el Plan de Fomento del Empleo Autónomo, debido al gran número de voces de profesionales que denuncian retrasos de más de dos años, en algunos casos, en la concesión de estas subvenciones. Es por ello que hemos preguntado a varias asociaciones de autónomos sobre su opinión al respecto y, pese a los diferentes enfoques, todas coinciden en la necesidad de mantener y fomentar este tipo de iniciativas e incrementar la dotación económica destinada al plan o, en su defecto, mejorar la gestión de la inversión.
Según UATAE, este Plan de Fomento sólo sería efectivo si se ejecutara en un plazo razonable, por lo que reclaman una mayor inversión para evitar la inoperatividad de la iniciativa, mientras que desde UPTA se defiende la iniciativa como “el instrumento más eficaz para la promoción de nuevos trabajadores por cuenta propia” al tiempo que trasladan la insuficiencia de la dotación a la gestión que de ella hacen las comunidades autónomas.
CEAT, por su parte, da la bienvenida a las ayudas y subvenciones para autónomos, aunque hace hincapié en el contexto de recesión en el que se está aplicando el plan, circunstancia que marca la política seguida al respecto por parte de las administraciones. Finalmente, ATA, recuerda la importancia de la iniciativa para impulsar el inicio de la actividad empresarial y advierte de la pérdida de efectividad en el momento que el importe concedido no se cobra en un tiempo prudencial, “porque si la subvención es para el inicio de la actividad, no tiene ningún sentido que llegue tres años más tarde del establecimiento del negocio”.
El principal problema a la hora de aplicar estas ayudas, según el sentir general de las asociaciones de autónomos, es la demora en el cobro de la subvención, que se concede cuando la inversión está hecha en los seis primeros meses de establecimiento como autónomo.
Por otra parte, según se explica desde UPTA, la línea dirigida a subvencionar los tipos de interés de la financiación bancaria es ahora bastante ineficaz, ya que resulta casi imposible acceder a nuevos préstamos y por lo tanto es su aplicación es inviable.
Los problemas derivados de estos retrasos son claros. Para CEAT, estas demoras pueden suponer problemas de tesorería, al haberse presupuestado el ejercicio contando con la ayuda. “Es complicado cuadrar los balances cuando se tiene una expectativa cierta de obtener un dinero que luego tarda en llegar”. No obstante, aunque no son partidarios de “vivir de las subvenciones” y abogan por crear las condiciones estructurales para que el crédito fluya y el consumo aumente, recalcan la importancia de desarrollar las políticas que incentiven el emprendimiento.
Sin embargo, desde UATAE se denuncia la dificultad para autónomos y pequeños empresarios de acceder al crédito, “y el recurso a las ayudas familiares se va agotando a medida que la crisis avanza en el tiempo”. Además, aseguran, son muchísimas las personas que necesitan emprender como alternativa al desempleo, que tienen ideas, iniciativa y experiencia suficiente. Es por ello que reclaman un mínimo impulso, un pequeño apoyo financiero para no agotar todas sus posibilidades de desarrollo.
Finalmente, como soluciones para atajar el problema, se proponen distintas alternativas que, para ATA, pasan por facilitar el acceso al crédito, aprobar medidas fiscales y tributarias que estén en consonancia con los ingresos actuales, aplicar la ley de morosidad o facilitar y reducir trámites burocráticos.
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