A muchos les llevará de cabeza el concepto Startup…en resumidas cuentas, una idea empresarial llevada a cabo en un medio-largo plazo en el que rebosan dos aspectos característicos: innovación y tecnología.
Las startups son compañías con grandes posibilidades de crecimiento en el mercado y que resultan atractivas a los inversores, ya que la apuesta en cantidades económicas por ellas es menor de lo que puede suponer adentrarse en un gran proyecto ya consolidado. Y qué mejor para un inversor que disfrutar y rentabilizar el éxito de una apuesta de futuro acertada y convertida en realidad.
Así pues, si hay algo que caracteriza a toda startup, es su misión, ya que el objetivo estratégico de todas ellas pasa por que su crecimiento sea constante y su consolidación en el mercado sea un éxito medible.
Cada vez más, las incubadoras de ideas captan proyectos y apuestan por su financiación, pero desde los organismos públicos, también se incita al auspicio de líneas de emprededurismo tecnológico. Estas son las ayudas más generales y conocidas:
ENISA: El objetivo de esta línea de préstamos es estimular la creación de empresas facilitando el acceso a una financiación preferente.
CDTI: El Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) es una entidad dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, que promueve la innovación y el desarrollo tecnológico de las empresas españolas. Dentro de su ámbito de acción, destacan proyectos de I+D+I entre los que podemos destacar INICIATIVA NEOTEC , con su objetivo de apoyo a la creación y consolidación de nuevas empresas de base tecnológica.
Por otra parte, se pueden encontrar también información para emprendedores en el Servicio Público de Empleo Estatal y un desglose pormenorizado de ayudas de las comunidades autónomas a las empresas de nueva creación. En esta lista de sugerencias, añadimos otros canales no estrictamente públicos, como es el caso de InnoCash, un programa destinado a identificar, valorizar y madurar tecnologías y resultados de I+D.