La toma conciencia sobre el cuidado del medioambiente se fomenta y premia entre las empresas españolas. El Gobierno, a través del Instituto para la Diversificación y el ahorro de Energía (IDAE) destina 63,7 millones de euros en ayudas, cofinanciadas por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), para aquellas pymes de actividades industriales y servicios que implanten planes de eficiencia energética.
Esta subvención, que está ya en su segunda convocatoria, pretende impulsar a aquellos pequeños y medianos negocios cuya aspiración sea reducir en la medida de lo posible las emisiones de dióxido de carbono, conforme a la Directiva 2012/27/UE, y en líneas generales, el consumo energético.
Las actuaciones subvencionables deben estar recogidas en una Memoria Descriptiva presentada junto a la solicitud en IDAE en el plazo de un mes natural desde la publicación de la convocatoria en el BOE, realizada el pasado 26 de mayo. Dichas actuaciones se concretan en la mejora de la tecnología en equipos y procesos industriales así como en la implantación de sistemas de gestión energética.
Las ayudas que se conceden bajo la modalidad de entrega dineraria sin contraprestación,establece dos métodos de cálculo presentes en la Memoria Descriptiva, que podrá subvencionar hasta un 30% de la inversión por proyecto que no debe exceder los seis millones de euros. En el caso de pymes la cuantía máxima de carácter general será del 50%, salvo en autonomías como Andalucía, Castilla-La Mancha o Galicia que ascenderá al 55% y hasta el 65% en el caso de Extremadura o Canarias.
Eficiencia energética en la industria española
En el plano de la eficiencia energética la empresa española aún tiene mucho camino por recorrer. Así lo corrobora el Informe Endesa de Comportamiento Energético presentado en octubre del pasado año que establece que el 81% de las empresas españolas tienen oportunidades de mejora.
Los consumos fantasma constituye el principal caballo de batalla para el tejido empresarial. Según el informe, realizado a empresas del sector industrial a las que van destinadas estas ayudas, el 65% de las compañías tienen consumo fantasma y el 78% carece de equipos para controlar la energía reactiva.
Con todos estos datos parece indispensable incentivar la puesta en marcha de medidas que hagan por optimizar la eficiencia energética.