Por lo general, los autónomos obtienen pensiones sensiblemente inferiores a las que logran los trabajadores por cuenta ajena. La razón se encuentra en el hecho de que muchos trabajadores por cuenta propia deciden cotizar a la Seguridad Social por la base mínima, de ahí, que sus pensiones sean inferiores.
En el mercado existen varios productos financieros que sirven de complemento a la pensión de jubilación:
1.- Planes de pensiones: se trata del vehículo de ahorro e inversión dirigido a complementar la pensión de jubilación más utilizado debido, fundamentalmente, a las importantes ventajas fiscales que ofrecen. El ahorro fiscal que se obtiene es de hasta un 52% en territorio común (hasta un 49% en Navarra y hasta un 45% en el País Vasco). A la hora de elegir un plan de pensiones es recomendable analizar varios factores:
- Rentabilidad y riesgo: se recomienda analizar cuáles son las categorías que presentan mejores rendimientos aunque sin dejarse llevar sólo por eso. En los planes de pensiones hay que valorar detenidamente cuál es el nivel de riesgo que se quiere asumir. Por lo general, un ahorrador que comience relativamente joven (a los 30 años) deberá ir pasando por todas las categorías. Cuanto más joven, más riesgos podrá asumir y más podrá invertir en planes de pensiones de renta variable.
- Comisiones: los planes de pensiones tienen comisiones elevadas. La comisión por depósito es del 0,5% sobre el patrimonio mientras que la comisión por gestión puede llegar a ser de hasta el 2%. Si el rendimiento anual que ofrece el plan es del 3 o del 4%, no interesaría pagar una comisión tan elevada.
Los planes de pensiones tienen además una serie de desventajas que también es recomendable conocer:
- El inversor no puede recuperar el dinero hasta el momento de la jubilación (salvo excepciones).
- El rendimiento de los planes de pensiones es inferior al que ofrecen otros productos destinados también al ahorro.
- Los planes de pensiones desgravan primero pero se paga al recuperarlos.
2.- Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS): se trata de un producto financiero exclusivamente asegurador. Su funcionamiento es similar al de los antiguos seguros de jubilación. El titular tiene la posibilidad de ir haciendo aportaciones únicas o periódicas que se remunerarán de acuerdo al tipo de interés anticipado por la compañía aseguradora. En cuanto a la rentabilidad de estos productos es similar a la que ofrece la deuda pública, ya que es en este tipo de activos donde mayoritariamente invierten las aseguradoras.
La fiscalidad es, sin duda, uno de sus principales atractivos. Cuando el titular de un Plan Individual de Ahorro Sistemático decide rescatar su dinero está exento de tributación si lo recupera en forma de renta vitalicia y han pasado más de 10 años desde que lo contrató.
3.- Hipoteca inversa: producto financiero dirigido a personas mayores de 65 años. Mediante la hipoteca inversa la entidad paga una renta mensual a cambio de tener la vivienda de esta persona en propiedad como garantía. Se trata de una pensión hipotecaria. Para que la operación sea viable, la persona debe tener una vivienda en propiedad. Además, para conseguir los beneficios que otorga la ley, la vivienda debe ser su residencia habitual (si la vivienda es el domicilio habitual, las rentas mensuales que reciba el beneficiario no tributan). La hipoteca inversa tiene, sin embargo, una serie de desventajas que es conveniente analizar:
- Coste de tasación de la vivienda.
- Gastos de formalización de la hipoteca.
- Cuota de la hipoteca inversa no se actualiza con el IPC
La hipoteca inversa es una operación que se puede deshacer en cualquier momento devolviendo a la entidad el dinero prestado hasta el día de la cancelación.
Sobre el autor: Bankimia es un comparador online de productos financieros para particulares. Su objetivo es ofrecer la mejor información para seleccionar productos para particulares de entidades financieras.
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