En el ámbito laboral hay dos opciones bien diferenciadas: trabajar por cuenta ajena y trabajar por cuenta propia. Según la primera opción, tienes un jefe y cobras un sueldo fijo o variable. La segunda alternativa, en cambio, implica que uno mismo se convierta en su propio jefe y, en definitiva, que se busque la vida.
Actualmente, hay muchas personas que ven con recelo lo de valerse por uno mismo, es decir, ser autónomo. ¿Por qué? Puede haber muchos motivos detrás de esta desconfianza pero lo que está garantizado es que nadie vendrá a sacarte las castañas del fuego cuando eres autónomo, salvo tú mismo, claro está.
Ser o no ser autónomo, he ahí la cuestión
Una encuesta reciente ha mostrado que la razón de más peso entre los jóvenes que desean emprender es hacer algo que sea de uno mismo. Crear algo desde cero y verlo crecer con el esfuerzo continuado es, posiblemente, la mayor recompensa de ser autónomo. Sin embargo, la misma encuesta señaló también que un porcentaje importante de estos jóvenes no se atrevía a dar el paso porque en España no se dan unas condiciones muy favorables para quienes trabajan por cuenta propia.
Por lo general, una persona empieza siendo empleado por cuenta ajena hasta que aprende lo suficiente como para atreverse a dar el gran paso de crear algo propio. Sin embargo, esta no es la única posibilidad. También se puede emprender desde el principio aunque resulte más difícil, ya que cada paso del proceso debe aprenderse sobre la marcha y las equivocaciones pueden estar – y estarán – a la orden del día. Pero de las piedras en el camino es de donde surgen las lecciones más duraderas en la vida, ¿no?
Quien algo quiere, algo le cuesta
Todo lo que vale la pena en esta vida requiere de un esfuerzo por nuestra parte. Pensadlo por un momento, no hay nada absolutamente “fácil” ni nada completamente “gratis”. Desde siempre, si querías sacarte la ESO tenías que estudiar, si quieres aprender inglés tienes que echarle horas, etc.
Cada cosa que conseguimos por nuestra cuenta conlleva inexorablemente un esfuerzo, por lo general tiempo y dinero invertidos. Crear una empresa desde cero es un reto difícil de llevar a cabo en este país por varios motivos. Por un lado, la recesión económica aún se deja notar en algunos sectores con mucha fuerza y, por otro, la situación legal de los autónomos sigue siendo, cuanto menos, un poco endeble en comparación a otros países de la zona euro.
Entonces, por qué ser autónomo
Trabajar por cuenta propia es un objetivo deseable por varios motivos:
- Las ganancias que obtengas serán directamente proporcionales a tu esfuerzo. Esta debería ser la regla número uno de cualquier empleo pero la realidad puede ser completamente distinta. Solo en algunos trabajos por cuenta ajena se premia el esfuerzo como se merece. En muchos empleos, lo que hay es un sueldo fijo y da igual si te esfuerzas o no. Eso sí, solo en unos pocos podrás relajarte, ya que se exige darlo todo por un sueldo que no va a aumentar mágicamente. El ejemplo más evidente de este abuso se observa en el sector de la hostelería. Cierto es que en algunos sitios las propinas compensan el esfuerzo adicional pero, ¿suena justo que no ganes tanto como trabajes?
- Los horarios los pones tú mismo según tu conveniencia. Si bien hay muchos trabajos que permiten adaptar los horarios de trabajo con cierta flexibilidad, la norma sigue siendo un número de horas al día de forma fija o, lo que es peor, un horario rotativo, una jornada partida, etc. Todo esto queda muy lejos de ser tu propio jefe y, por lo tanto, decidir por tu cuenta los horarios que más te convienen.
- Trabajando por cuenta propia ganarás confianza y te conocerás a ti mismo. La confianza no debe ser subestimada. La carencia de esta cualidad nos tendrá un paso por detrás de donde podríamos estar en todo momento, lo que lleva a dejar pasar las oportunidades.
Sin embargo, si debes aprender a buscar clientes, gestionar tus cuentas, organizar tus horarios y una larga lista de actividades necesarias para llevar un negocio pronto verás como tu autoconfianza crece.
- Si perseveras ampliarás tus propios límites: crecerás como persona. ¿Quién sabe hasta dónde podrías llegar si emprendes?
La respuesta reside solo dentro de ti mismo, nadie más podrá decirte cuales son tus verdaderos límites. ¿Vas a aceptar un trabajo por cuenta ajena y esperar a que pasen los años sin saber lo que podrías haber conseguido siguiéndote a ti mismo? El crecimiento personal no debe ser tomado a la ligera, ya que expandir nuestras propias fronteras es la única forma de seguir avanzando en la vida.
- Es posible compaginar el trabajo con otras actividades. Si trabajas por cuenta propia podrás encontrar la forma de hacer hueco a aquello que quieras hacer en tu tiempo libre. ¿Tienes una pasión escondida? ¿Quieres retomar esas lecciones de cocina? ¿Aprender inglés? ¿Quieres volver a apuntarte a la universidad?
Hay un sinfín de actividades que se pueden compatibilizar con tu trabajo de autónomo. Además, quién mejor que tú mismo para encontrar la mejor forma de hacerlo, ¿verdad?
El trabajo de autónomo conlleva importantes obstáculos pero también otorga grandes recompensas en el ámbito personal y económico. A día de hoy, solo implica un gran riesgo para quienes no están bien informados, ya que existen ayudas asequibles y hay mucha orientación gratuita en la Internet. Si estás pensando en dar el paso para pasar a ser tu propio líder, infórmate de las ayudas vigentes.