Llevar la contabilidad de una empresa es una tarea fundamental para garantizar una buena salud financiera.
De hecho, conocer el funcionamiento de todos los trámites es el primer paso para tomar decisiones informadas.
Por eso, contabilizar la venta de un inmovilizado forma parte de los cálculos necesarios para evaluar el rendimiento del negocio de manera precisa.
Hoy te contamos en qué consiste este concepto y cómo llevar a cabo su contabilización paso a paso.
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¿Qué es un inmovilizado?
En el ámbito contable, el término “inmovilizado” hace referencia a aquellos activos que una empresa adquiere con el objetivo de utilizarlos de forma continuada en su negocio.
Estos no se destinan a la venta inmediata, sino que se mantienen durante un período prolongado de tiempo para generar ingresos y beneficios.
El inmovilizado puede incluir elementos tangibles (como terrenos, edificios, maquinaria y vehículos) así como intangibles (como patentes, derechos de autor y marcas comerciales).
Por sus características, se clasifica como un activo no corriente en el balance general de una empresa.
Sin embargo, hay que destacar que la venta de un inmovilizado puede tener implicaciones fiscales adicionales, como impuestos sobre las ganancias de capital.
Tipos de inmovilizados
Existen varios tipos de inmovilizados que una empresa puede poseer, cada uno con sus características y requisitos contables específicos:
- Inmovilizado material: incluye activos tangibles como terrenos, edificios, maquinaria, vehículos, mobiliario y equipo. Estos suelen depreciarse a lo largo de su vida útil y se registran en el balance general.
- Inmovilizado intangible: comprende activos no físicos, como patentes, marcas comerciales, derechos de autor y software. Estos se amortizan durante su uso y se inscriben en el balance general.
- Inversiones inmobiliarias: son propiedades de inversión, como terrenos o edificios, que se mantienen con el objetivo de obtener ingresos por alquiler o ganancias de capital a largo plazo. Estas se registran en el balance general y se valoran teniendo en cuenta su coste histórico o valor razonable.
- Inmovilizado financiero: incluye activos financieros a largo plazo, como acciones y bonos emitidos por otras empresas. Se registran en el balance general y se tasan según su precio o valor.
Paso a paso para contabilizar la venta de un inmovilizado
La venta de un inmovilizado implica transferir la propiedad del activo a otra entidad o individuo a cambio de un precio acordado.
La contabilización de esta venta sigue un proceso específico que garantiza que la transacción se registre correctamente en los libros contables de la empresa.
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Estos son los pasos a seguir para contabilizar la venta de un inmovilizado.
Determinar el valor contable del inmovilizado
Antes de registrar la venta, es necesario concretar el valor contable del activo.
Esto implica restar la depreciación acumulada del precio original del inmovilizado, es decir, calcular la disminución del valor del activo a lo largo de su vida útil.
Calcular la ganancia o pérdida en la venta
La diferencia entre el precio de venta y el valor contable del inmovilizado determinará si se ha obtenido una ganancia o una pérdida en la transacción.
Si el precio de venta es mayor que el valor contable, se registra una ganancia.
Por el contrario, si el precio es menor, se anotará como una pérdida.
Registrar la venta
La venta del inmovilizado se registra en el libro de contabilidad mediante una entrada de diario.
Además, se anota la ganancia o pérdida en una cuenta específica, como “ganancias por venta de inmovilizado” o “pérdidas por venta de inmovilizado”.
Ejemplo de asiento contable de una venta de inmovilizado
Una empresa vende un vehículo por un valor de 15.000 euros.
Sin embargo, el coste original de adquisición es de 20.000 euros y la vida útil estimada del vehículo es de 5 años.
El negocio ha realizado la depreciación acumulada de 5.000 euros en el vehículo.
En función de estos datos, el asiento contable para la venta del vehículo es el siguiente:
- Registro de ingreso por la venta:
Débito: caja/banco (por el valor de venta, en este caso, 15.000 euros).
Crédito: inmovilizado – vehículo (por el valor contable del coche, es decir, 20.000 euros).
- Eliminación del vehículo vendido:
Débito: inmovilizado – vehículo (por el valor contable del vehículo, en este caso, 20.000 euros).
Crédito: depreciación acumulada – vehículo (en este caso, 5.000 euros).
Crédito: ganancia por venta de activos (por la diferencia entre el valor contable y el valor de venta, esto es, 5.000 euros).
Dicho de otro modo, la empresa registra el ingreso por la venta del vehículo en la cuenta de caja/banco, elimina el valor contable del vehículo vendido y la depreciación acumulada asociada, y reconoce una ganancia por la diferencia entre el valor contable y el valor de venta.