El Coworking se extiende hoy día como un estilo de vida para autónomos. Gestionado de manera privada por empresas, o bien impulsado por Administraciones en pro del emprendimiento, son muchos los autónomos que deciden iniciarse así para ahorrar costes.
Esta filosofía de trabajo nació en Estados Unidos y se ha expandido a otras partes del mundo, como España. Su principal característica es que en el mismo espacio se comparte una zona de trabajo, en un ambiente tranquilo y colaborativo a unos precios muy económicos y asequibles.
El perfil de las empresas alojadas es muy general destacando en número los emprendedores y los proyectos con poco tiempo a sus espaldas, pero, sobre todo, personas cuyo principal fin es ahorrar costes en su día a día.
Además, el Coworking supone una fuente de motivación día a día para trabajar ya que podrás crear una rutina de trabajo que, en casa, quizá no puedas llegar a alcanzar.
Depende del espacio pero la media de coworker suele estar entorno a unas 10-15 personas. Esta relación te permite, no solo ampliar tu red comercial de contactos, sino, que al ser en su mayoría emprendedores de negocios muy diversos, incluso, puedes crear sinergias y cooperar.
El Coworking, indudablemente, aporta networking. En este espacio ampliarás tu red de contactos profesionales, incluso, personales.
Flexibilidad. Puedes organizarte el trabajo como mejor te convenga y tú eres el dueño de tus horarios.
Económico. Una sala coworking es más asequible que el alquiler de una oficina. Su precio depende de los servicios que tengas contratados; pero por unos 60-100 euros más IVA al mes puedes acceder a un puesto de trabajo, (mesa, silla, cajonera, etc); teléfono fijo, acceso a Internet, servicio de limpieza, consejería, además de Sala de Reuniones o de Formación, según tus necesidades.
Sociabilidad. El Coworking te facilita el acceso a cursos y talleres celebrados en tu espacio o en otros espacios. Además, podrás estar informado al instante de todos los eventos que se programen, a través de su “Tablón de Anuncios”.
Centros de Negocios
Por su parte, los Business Center o Centro de Negocios se viene imponiendo en este tiempo como una empresa de servicios, incluso un “hotel para empresas” con numerosas ventajas. Lo que antes venía siendo un centro de trabajo autónomo y sin conexión con el resto del mundo, excepto con el cliente, ha ido evolucionando de manera categórica en este tiempo. Tanto es así que ya existen Centros de Negocios configurados y diseñados directamente para “entrar a trabajar”, con mobiliario incluido, además de gastos de mantenimiento, comunidad y limpieza diaria.
La mayoría de ellos cuentan con los últimos avances tecnológicos, además de los servicios de recepción y secretariado, o apoyo administrativo si se desea.
Además, este tipo de centros ofrece a los emprendedores interesados la posibilidad de ahorrar ya que la inversión, al ser menor, permite abaratar costes. Una cuestión que beneficiará también incluso a aquellos autónomos y emprendedores que están comenzando o consolidando su proyecto empresarial.
A diferencia de una oficina tradicional, no necesitan una inversión inicial ya que, como decimos, está todo equipado a priori. Además, aporta una completa flexibilidad de contratación ya que los usuarios pueden utilizar sus servicios sin comprometerse a un largo período de alquiler pudiendo adaptarse a las necesidades de cada uno. Los despachos individuales de estos centros de negocios suelen rondar los 300 euros más IVA.