Detrás de un gran negocio, siempre hay una gran idea.
¿Has tenido alguna vez ese sentimiento de “por qué no se me ocurrió a mí antes”? Da rabia, ¿verdad?
Si estás en casa, sentado con una hoja en blanco y no consigues que se pasen por la cabeza nuevas ideas de negocio, déjalo.
Hoy voy enseñarte a encontrar la inspiración para crear tu propia empresa de una forma mucho más amena y divertida. Así, tendrás las bases para poder ponerla en marcha con tu plan de negocio.
Solo tienes que seguir estos consejos:
1. Viaja todo lo que puedas
Sigmund Freud decía: “Si la inspiración no viene a mí salgo a su encuentro, a la mitad del camino”.
Y yo te recomiendo que lo hagas literalmente.
Cuando visites otros países, descubrirás algunas ideas de negocio curiosas que aquí todavía no se han implantado, bien porque son innovadoras o porque están relacionadas con otro tipo de cultura.
Por ejemplo, en Suecia ya existe un supermercado físico sin empleados en el que todo se desarrolla a través del smartphone. ¿Crees que aquí podría funcionar algo similar? ¡Cópialo!
¡Ah! Ten en cuenta también que el proceso puede ser inverso.
Es posible que te convenga “exportar” un modelo de empresa made in Spain a otras regiones del mundo.
Cuando viajamos, solemos echar de menos algunas cosas que solo encontramos en nuestro país.
Si de verdad crees que los extranjeros tienen una necesidad que tú puedes solucionar, ponte manos a la obra.
2. Sal y diviértete
Sí, sí, como lo oyes lees.
Cuando estamos con los amigos de copas nos encanta solucionar el mundo.
Y, si somos capaces de dejar la demagogia a un lado, eso es bueno.
Anota todas quejas que se os pasan por la cabeza y, después, ya en casa, rómpete los sesos para encontrar respuestas.
Al fin y al cabo, hay dos tipos de empresas triunfadoras: las que resuelven una necesidad y las que saben crear una nueva.
Por cierto, lo más conveniente es pasar el tiempo con colectivos muy diferentes: colaboradores del trabajo, viejos amigos del colegio, compañeros de la universidad, familiares…
Esto te permitirá tener mayor perspectiva y te inspirará a la hora de buscar soluciones a distintos problemas.
3. Apunta los errores de los demás
Dicho así parece de mal gusto, pero la verdad es que ayuda.
Es posible que no encuentres una gran idea de negocio innovadora, pero quizá sí esté en tu mano mejorar algo que ya existe.
Coge papel y boli sin miedo y anota todo lo que no te gusta.
Si lo puedes cambiar, habrás dado en el clavo.
4. Conoce a otros empresarios
Un emprendedor vive en constante proceso de aprendizaje.
Y, si alguien puede enseñarte a encontrar buenas ideas de negocio, es un empresario de éxito.
A lo mejor ahora mismo no tienes relación con ninguno, pero siempre tienes la posibilidad de acudir a eventos, charlas o networkings.
Además, no se trata únicamente del trato personal.
Si, por ejemplo, sientes admiración por Steve Jobs, recopila toda la información que puedas.
Lee libros y artículos, explora Youtube en busca de sus discursos, mira algún documental…
Todo lo que te acerque a esas personas de referencia será bueno para inspirarte.
5. Da rienda suelta a tus pasiones
Piensa… ¿Qué es lo que más disfrutas haciendo? ¿Y lo que mejor se te da?
Si combinas tus aptitudes con tus pasiones obtendrás grandes logros.
Hay muchos ejemplos de este tipo de empresas que han decidido emprender haciendo lo que más les gusta y les ha funcionado, como Mr. Wonderful o Lucreativo.
6. Inspírate en la ficción
Aunque no lo creas ver series o películas y leer libros puede inspirarte para poner en marcha tu propia empresa.
¿Quién sabe? Quizá acabes haciendo realidad lo que en principio solo parecía ciencia ficción.
¿Estás preparado para emprender?