La razón social es un requisito esencial para que las facturas de una empresa sean válidas.
En el caso de los autónomos, la razón social equivale a su nombre y apellidos, mientras que para las empresas, la razón social es el nombre jurídico con el que están registradas en el registro mercantil.
Es importante destacar que la razón social y el nombre comercial no son lo mismo.
La razón social es la denominación jurídica, mientras que el nombre comercial es el nombre del negocio en sí.
Usar un nombre diferente al propio como razón social
Hace un tiempo recibimos esta consulta:
Soy autónomo y próximamente tendré una página web. Quisiera que en la misma apareciese como razón social no mi nombre sino la denominación de la página o similar.
¿Puedo reservar legalmente ese nombre? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuánto me costaría? ¿Cuánto tiempo tardaría?
Veamos si es algo que se puede hacer, porque, como hemos dicho anteriormente, para un autónomo la razón social se constituye de su nombre y apellido, y otra cosa sería el nombre comercial.
Denominación social en las facturas de un autónomo
En el aviso legal de una web, al igual que en las facturas de autónomos, es fundamental incluir tu nombre y apellidos.
Si no quieres incluir tus datos personales en el aviso legal de tu web, la única solución cumpliendo con la legalidad es crear una sociedad con lo que ello conlleva. Pero a menudo interesa.
En cuanto al nombre comercial, puede aparecer en la factura pero nunca debe sustituir a la razón social.
Se recomienda ubicar la razón social en la parte superior de la factura, junto con el domicilio fiscal y el NIF, ya que la falta de alguno de estos datos puede invalidar la factura según la normativa de la Agencia Tributaria.
Por lo tanto, es crucial prestar atención a estos detalles para asegurar la validez de las facturas.