Hoy, 12 de mayo, se celebra el Día Europeo de las Pymes, un pequeño reconocimiento a esas pequeñas y medianas empresas que con mucho sacrificio han logrado convertirse en el motor de la economía.
En España, 3.182.321 negocios se engloban en esta categoría, lo que supone, según el informe Retrato de la pyme, un 99,9% del total de las compañías de nuestro país.
Para el conjunto de Europa la situación es muy similar. El 99,8% de las empresas son pymes, es decir, tienen menos de 250 empleados. Pero en esta lectura hay que dar un paso más allá.
La mayor parte de las pymes, tanto españolas como europeas, son microempresas. En el caso de España, el 95,9% del total de las empresas tienen entre 0 y 9 trabajadores, un porcentaje ligeramente superior al europeo, que se sitúa en el 92,7%.
¿Qué significan estas cifras?
El porcentaje que representan las pymes respecto al total de las compañías es una buena muestra de la importancia que tienen los pequeños negocios para la economía global.
A veces, las Administraciones e incluso los propios consumidores olvidan el rol que juegan esas personas con ganas de emprender que un día se atreven a crear su propia empresa. Y es que, el esfuerzo conjunto de todos los que son como ellos es lo que acaba enriqueciendo la sociedad en la que vivimos.
Por eso, hoy es un día para reconocer públicamente que el sacrificio de esos emprendedores merece la pena. Hoy hay que felicitar al panadero del barrio, a la carnicería de la esquina o a la vecina que acaba de hacerse diseñadora freelance.
Y, por supuesto, si eres tú uno de esos valientes que trabaja sin descanso para sacar adelante su propia empresa, hoy es un día para darte un homenaje, para confiar un poco más en ti mismo y subirte los ánimos.
Las razones para el optimismo
Digo lo de subirte los ánimos porque, siendo realistas, la aventura de emprender hoy en día en España es algo complicada. Desde el inicio de la crisis, han echado el cierre cientos de miles de empresas debido a los problemas económicos.
Estos 9 años se lo han puesto extremadamente difícil, sobre todo, a los pequeños y medianos negocios.
Sin embargo, hay razones para la esperanza. Entre 2008 y 2013, la “mortandad empresarial” superó al número de altas de nuevas empresas. La caída de pequeños negocios en aquellos años fue abismal.
No obstante, según el Retrato de la pyme, las cosas comenzaron a cambiar en 2014. Aquel año hubo, por primera vez desde el inicio de la crisis, más altas que bajas de empresas. El incremento respecto a 2013 fue del 2,2%.
Otro de los motivos para felicitarnos es que en 2015 hubo un crecimiento interanual del 4,9% en el número total de empleados en las pymes. El año pasado se crearon 355.256 nuevos puestos de trabajo y, además, es el tercer año en el que tiene lugar una variación positiva.
Las mayores tasas de contratación de empleados se produjeron en las empresas pequeñas y medianas (entre 10 y 249 empleados) con un porcentaje del 6,7% y del 4,6% respectivamente.
Al final, todos estos números no son más que una excusa para volver a reflexionar. Hoy, Día Europeo de las Pymes, deberíamos reconocer más que nunca el sacrificio de las noches sin dormir, de los veranos sin vacaciones o de las largas jornadas de trabajo.
Los pequeños empresarios somos el motor de la economía. Y eso, además de una responsabilidad, debería convertirse también en una gran satisfacción.