¿Es posible vivir de nuestras aficiones?, ¿Se pierde la “magia” de la afición una vez que la convertimos en nuestra “obligación” o base del emprendimiento? Cuando nos preguntan por nuestras aficiones, siempre solemos responder “leer, salir con los amigos, aprender idiomas, cocinar, viajar, escuchar música, practicar deporte, etc”…pero muy pocas veces nos planteamos convertir nuestras aficiones en nuestro “pan de cada día”.
En realidad, cuando nos vemos obligados a pasar unas 40 horas a la semana trabajando, tememos que nuestra afición se “nos atraviese” y empecemos incluso a odiarla. Sin embargo, creo que si te gusta tu trabajo y tienes la gran fortuna de dedicarte a él, trabajando para ti mismo, marcándote las pautas y sin que nadie te obligue a seguir sus órdenes, el “trabajo-afición” puede ser un sueño hecho realidad.
¿Y cómo lo podemos llevar a cabo? Pues con diferentes técnicas. Bien, a través del método tradicional. Si se te dan bien, por ejemplo, las manualidades, hacer tocados o trabajos artísticos como pintar o diseñar, puedes venderlos entre tus contactos y que estos sean tus mejores prescriptores. Pero, hoy día, con las nuevas tecnologías, puedes canalizar tus aficiones a través de Internet, llegando a más personas que por el método tradicional. Tanto si es un trabajo diario del que vivas al 100% o complementario de otro, tu “trabajo-afición” debe cumplir una serie de requisitos:
- Dedicación total con un objetivo claro. A veces nos dejamos llevar por el “no tenemos tiempo”. Sin embargo, si tenemos una motivación clara, un objetivo claro, nos podemos organizar y ajustaremos el tiempo en función de nuestros objetivos. Sin un objetivo claro, el tiempo se irá anteponiendo a nuestras tareas y dejaremos de lado nuestro “trabajo-afición”.
- Sin riesgo ni pérdidas. Trabajar en Internet hace que el riesgo sea mínimo. No pagas alquiler, una oficina y te ahorras desplazamientos. Solo se necesita tiempo y una buena organización.
- Sé constante. Si no eres constante y pronto pierdes de vista tu objetivo, finalmente, ni tus aficiones se convertirán en un modo de vida ni estarás motivado en tu día a día.
- Usa tu imaginación y creatividad. Si te gusta la moda ¿por qué no tener tu propio blog?; si te encanta cocinar, ¿por qué no subir tus recetas a Facebook?; si te fascina la fotografía ¿por qué no hacer tus pinitos y subirlos a Instagram para promocionarte?; si te vuelven loca los bebés y te gusta coser, es decir el DIY (Do It Yourself), ¿por qué no mostrar tus propias creaciones y subirlas a YouTube o Vimeo?; ¿y bailar o maquillar? Internet es una caja de sorpresas y el mejor canal de distribución, gratuito e inmediato, ¡aprovéchalo!
- No pierdas la esperanza. Es probable que nunca te llegues a ganar la vida haciendo alguna de estas cosas, pero lo que es 100% seguro es que si no lo intentas, nunca lo sabrás.
Sectores donde puedes convertir tu afición en tu trabajo:
- Cocina. Si cocinas bien puedes crear tu propio canal de cocina. Es tan simple como poner una cámara de vídeo enfocada a tus productos y a tu proceso y subirlos a Internet. Dependiendo del número de visitas y éxito que tenga tu Web podrás insertar publicidad de proveedores interesados.
- Idiomas. ¿Dominas un idioma original? Crea un curso, con una metodología original y hazte un hueco por Internet.
- Informática. Si te gusta la informática estás de suerte porque hoy día suele ser un tema bastante demandado. Haz tutoriales de interés y exponlos en Youtube, tu página Web o redes sociales.
- Viajes. Si viajas mucho, ¿por qué no grabar tu experiencia y darle un toque original a tu experiencia? Seguro que te seguirán muchos internautas y de algún modo podrás hacer tu propia “Agencia de viajes online”.