Se aproxima el segundo trimestre del ejercicio 2019 y toca revisar números. Llevar una correcta gestión de la contabilidad del negocio facilita el cumplimiento de las obligaciones fiscales. Por ello, conviene evitar los errores contables que hemos seleccionado en esta entrada:
- Transcripción errónea en los datos contables: Ante una tarea rutinaria como es la gestión contable puede darse el caso de que cometas errores en el apunte o el dato contable. No prestar atención a estos detalles puede distorsionar la realidad contable de la empresa.
- No conservar justificante de todos los ingresos y gastos: Generalmente guardas la factura de aquellos ingresos y gastos afectos a la actividad para su posterior tributación en el IRPF y en el IVA . Sin embargo, si las cantidades son pequeñas puede que cometas el error de no ser tan cuidadoso. Recuerda que debes tener factura o ticket de todos y cada uno de los ingresos y gastos con independencia de su cuantía.
- No contar con un software de contabilidad: La llevanza de las cuentas manualmente es una forma obsoleta de gestión. La automatización es sinónimo de eficiencia y de optimización del tiempo por lo que lo más recomendable es hacerte con una herramienta de facturación y contabilidad como la que te ofrecemos en Infoautónomos.
- No contabilizar los recibos bancarios: Existe una serie de gastos que son fiscalmente deducibles sin factura. Es el caso de la cuota de autónomos o la primas de seguros cuyo documento justificativo para la deducción es el recibo bancario.
- Confundir bien de inversión con gasto corriente: La diferencia fundamental entre gasto e inversión es el retorno esperado de cada uno de ellos. Mientras que en la inversión se espera conseguir rendimiento en el futuro, el gasto es la simple utilización de un bien o servicio a cambio de una contraprestación.
- No devengar correctamente las amortizaciones: Si contabilizas una dotación a la amortización superior a la que corresponde estarás aminorando el resultado contable. Recuerda recurrir siempre a las tablas de amortización.
- Todo a una misma cuenta bancaria: Aunar tu cuenta personal con la de la empresa es un error que dificulta el control de las cuentas del negocio.
- No llevar al día los libros contables: La actividad frenética del día a día te roba tiempo para mantener actualizado los libros contables que debes registrar en función del régimen de tributación de la actividad económica. Esta desorganización dificulta la conciliación bancaria y el pago de impuestos.
- No realizar copias de seguridad: Ante posibles ataques informáticos conviene realizar copias de seguridad de todos los documentos contables, esto es, facturas, libros contables… Ten en cuenta que es obligatorio conservar durante cuatro años todas las facturas, tanto las emitidas como las recibidas, y que por tanto las debes tener siempre a mano en caso de Inspección.
- No realizar conciliación bancaria: Dejar de cotejar lo registrado en los libros contables con la cuenta bancaria y el dinero efectivo puede provocar el caos en tu contabilidad. Debes ser exhaustivo en la revisión de cada apunte con los gastos e ingresos del libro para evitar y detectar descuadres.