El pasado 25 de febrero finalizó en Barcelona el Mobile World Congress 2016 que se ha convertido ya en el evento de tecnología móvil más importante del mundo. En la cita conocimos grandes novedades que en un futuro no muy lejano pasarán a formar parte de nuestro día a día personal y profesional. De todas ellas, nos han llamado la atención especialmente 4 tendencias que han llegado para facilitarnos la vida en el mundo empresarial. Echad un vistazo y preparaos para lo que está por llegar.
eSIM
Ha sido uno de los temas más comentados del evento. Ya podemos ir diciendo adiós a las SIM tal y como las conocemos hoy. En los últimos años, estas tarjetas han ido haciéndose cada vez más pequeñas y ahora todo indica que el próximo paso será su desaparición física. La eSIM podría llegar al mercado en el segundo semestre de este año para relojes y tabletas. Poco después, a partir del verano de 2017, está previsto que empiece a utilizarse también en los smartphone.
Pero ¿cómo nos afectará esto en el trabajo? La tarjeta virtual tendrá importantes ventajas para los usuarios. Por ejemplo, está previsto que los cambios de operadora se agilicen. La idea es que exista interoperabilidad entre todas ellas y que incluso podamos adherirnos a compañías extranjeras cuando viajemos para evitar las recargas por roaming. Más allá de esto, la eSIM nos permitirá tener más de 2 números de teléfono asociados en un mismo dispositivo y además dejará algo de espacio libre a los fabricantes para otras funcionalidades, como la batería.
Redes 5G
El horizonte para que podamos empezar a utilizar esta tecnología está algo más lejos, aproximadamente en 2020. Para entonces, está previsto que la forma de conectarnos cambie radicalmente. El objetivo es aumentar la velocidad y dar respuesta a los miles de millones de dispositivos que se conectarán a internet en los próximos años.
Todavía no conocemos con exactitud cómo funcionarán las redes 5G, pero en una comparación con la actual 4G podemos decir que la latencia de conexión (tiempo de respuesta de la red) se reducirá de los 10 milisegundos a 1 solo milisegundo. Como consecuencia, será posible el control remoto de maquinaria sin retardo alguno o la conducción autónoma, entre otros muchos avances.
Internet de las Cosas (IoT)
El Iot es, en buena medida, responsable de avances como la eSIM o las redes 5G. Se espera que en solo 4 años ya hayan conectados a internet unos 50.000 millones de dispositivos. Y la cifra seguirá creciendo progresivamente para hacernos la vida más fácil en casa y en el trabajo.
En el IoT la imaginación no tiene límites. Cualquier cosa es susceptible de conectarse a la red para automatizar u optimizar tareas. Por eso, en el ámbito de la empresa esta tecnología tiene un gran potencial. Con ella tenemos la posibilidad de reducir el consumo energético de las infraestructuras, automatizar las entregas de pedidos con vehículos sin conductor, garantizar la trazabilidad de cada producto y un sinfín de cambios que todavía no podemos llegar si quiera a suponer.
Realidad virtual
En el Mobile World Congress de 2015, la realidad virtual ya fue uno de los temas más llamativos. Sin embargo, no ha habido grandes avances hasta ahora, cuando multitud de compañías, como Facebook, han apostado de lleno por ella.
La realidad virtual puede convertirse pronto en una gran revolución y, en el mundo de los negocios, las posibilidades son infinitas. Por ejemplo, abre nuevas vías de marketing para acercarnos al consumidor y mostrarle a través de su propia experiencia nuestros productos y servicios.
Es cierto que hoy todavía pensamos en estas novedades como si se tratase de una película de ciencia ficción, pero la tecnología avanza a un ritmo que somos prácticamente incapaces de asimilar. Antes de que queramos darnos cuenta estas tendencias ya formarán parte de nuestra vida diaria.