La factura de anticipo es un concepto que se ha empezado a utilizar ampliamente desde hace unos años.
Los autónomos que trabajan desde casa, o freelance, cada vez apuestan más por este tipo de facturación que genera más tranquilidad y ayuda a prevenir impagos.
En este post te contamos qué es una factura de anticipo y cómo puedes emitirla.
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¿Qué es una factura de anticipo?
La definición del término “factura de anticipo” es muy sencilla, ya que hace referencia a ese dinero por adelantado que un cliente paga por un producto o servicio.
En la factura se especifica el importe abonado, puesto que este puede variar en función de las necesidades o condiciones que establezca cada profesional.
Se puede dar, por ejemplo, que este necesite adquirir materiales para llevar a cabo el servicio o pida una señal para evitar el riesgo de impago.
¿Cómo se hace una factura de anticipo?
Hacer una factura de anticipo es muy fácil, ya que se trata de una factura ordinaria, como la que los autónomos emiten habitualmente.
No obstante, te dejamos aquí algunos puntos esenciales para que los tengas presentes en el momento de crearla:
- Número de factura: como todas las facturas que emites, esta también debe ir numerada. No te olvides de revisar que los números estén bien, si no Hacienda podría ponerse en contacto contigo para ver qué es lo que ha pasado.
- Fecha de emisión: tu factura no debe obviar la fecha en la que se la emites al cliente que ha contratado tus servicios.
- Datos fiscales del autónomo y el cliente: otro de los elementos que ya sabes que deben incluirse en una factura son tus datos fiscales y los de la persona que ha contratado tus servicios. No te olvides de ninguno de ellos.
- Descripción del producto o servicio: aquí es crucial que dejes claro que la factura que estás emitiendo es un pago anticipado por un proyecto de diseño web, una reserva de plaza, una formación, etc.
- Base imponible: este será el importe total de la factura sin que se hayan aplicado los impuestos. Hablamos del IVA y el IRPF.
- IVA e IRPF: no olvides informarte sobre las peculiaridades de tu cliente para añadir de manera correcta el IVA y el IRPF cuando sean necesarios. Esto puede variar en función del régimen o el domicilio fiscal.
- Importe final: después de aplicar los impuestos a la base imponible, tendrás el total de la factura de anticipo que tu cliente debe abonar. No te olvides de incluir la forma de pago (efectivo, transferencia bancaria, etc.).
¿Cómo funciona el IVA en estas facturas?
El IVA suele generar dudas en las facturas de anticipo.
Por ello, vamos a basarnos en la Ley 37/1992 para dar una respuesta clara.
En el artículo 75 de esta Ley se deja claro que todas las operaciones que deban llevar IVA tendrán que aplicar el porcentaje habitual, independientemente de si el cobro de la factura es total o parcial.
Es decir, si en una factura normal sueles aplicar el 21 % de IVA, en una factura de anticipo, también.
¿Cómo se contabilizan?
La forma de contabilizar una factura de anticipo es casi la misma que una al uso.
Vamos a ponerte un ejemplo muy sencillo:
- Si tu servicio cuesta 3.000 euros y pides que el cliente te dé la mitad por adelantado, debes emitir una factura de anticipo donde aparezca el importe de 1.500 euros con su IVA correspondiente, 21 %. El total sería de 1.815 euros.
- Cuando el importe se haya abonado y el trabajo haya finalizado, tendrás que emitir una nueva factura en la que esté plasmada la cantidad total, 3.000 euros, a la que le habrá que restar el anticipo sin IVA, 1.500 euros, y aplicar los impuestos correspondientes de lo que reste, en este caso 315 euros de IVA.
Como has podido darte cuenta, no hemos aplicado el IRPF porque el cliente al que nos estamos dirigiendo es un particular.
En el caso de que no lo fuese, recuerda que este es otro impuesto que debes añadir a tu factura de anticipo y a la factura final.
Beneficios del anticipo de facturas
¿Deberías empezar a emitir facturas de anticipo?
Pues esto depende de tu trabajo y de las situaciones de impago en las que te hayas visto involucrado.
No obstante, aquí te dejamos algunas de sus ventajas:
- No tendrás que adelantar dinero: ya que este te lo abonará el cliente de forma anticipada para que puedas comprar todo lo que necesites para llevar a cabo el servicio. Un ejemplo sería un carpintero de aluminio que para hacer una puerta necesita adquirir primero todos los materiales.
- Prevendrás los impagos: puesto que al adelantar el dinero, aquellos clientes que pensaban no pagarte por los servicios no te harán perder más el tiempo y, también, en el caso de que no te abonen el coste completo, habrás obtenido una cierta cantidad por adelantado para que el impago no sea tan elevado.
- Evita problemas de liquidez: recibir un pago por adelantado puede ayudar a gestionar los problemas de liquidez que muchos autónomos sufren con las condiciones de pago de ciertos clientes.
Ahora que ya sabes qué es una factura de anticipo, no dudes en empezar a utilizarla, sobre todo si te has encontrado con varios impagos que han puesto en riesgo a tu empresa.
Con una factura de este tipo podrás estar mucho más protegido.