Agosto. Lo que significa esa palabra lo tenemos bien asumido: grandes ciudades que quedan reducidas a un poblado digno de Walking Dead, días asfixiantes y vacaciones.
Bueno, esto último solo para algunos privilegiados. Otros estaremos al pie del cañón aunque es de esperar, eso sí, que con un volumen de trabajo muy inferior al de meses atrás. Si perteneces a este grupo, deberías aprovechar las próximas semanas para prestar más atención a tu propio negocio. Analízate, mírate como te ven desde fuera y cambia lo que sea necesario para empezar septiembre con fuerza. Aquí tienes algunas ideas para tus tareas de agosto:
- Haz una “lista de listas”
En estos meses es muy probable que lo urgente no haya dejado lugar a lo importante. ¿Recuerdas todas esas tareas sin tachar de las infinitas listas que has hecho a lo largo del año? Es el momento de recuperarlas y ponerte manos a la obra. Estar al día te permitirá trabajar con mayor desahogo cuando llegue septiembre y aumente la carga diaria de trabajo.
- Rompe con el refrán: “En casa del herrero, cuchillo de palo”
¿A qué te dedicas? Hay muchos diseñadores sin logo, periodistas sin blog y asesores con la contabilidad patas arriba. Esto ocurre frecuentemente y en todos los negocios. Los clientes siempre van en primer lugar y pensamos que lo nuestro puede esperar. Sin embargo, cuando das ejemplo es mucho más sencillo vender tus servicios. Dedícate tiempo y haz un trabajo que valga la pena. Tus clientes y potenciales clientes te lo recompensarán con una buena dosis de confianza.
- Encuentra nuevos clientes
Aunque no lo necesites, aunque creas que todo te va sobre ruedas, siempre hay que estar en disposición de hacer nuevos negocios. Investiga en la red, echa un vistazo a tus contactos de LinkedIn o aprovecha para recuperar el contacto con algún viejo cliente.
- Busca proveedores
Quizá trabajes con los mismos proveedores desde hace mucho tiempo y no se te haya ocurrido informarte del estado del mercado. No obstante, siempre viene bien hacerlo para saber si estás pagando un precio justo o te están ofreciendo un servicio adecuado. Además, si eres un Juan Palomo en toda regla (tú te lo guisas y tú te lo comes) deberías ir fichando a posibles autónomos y empresas que puedan echarte una mano cuando, llegado el momento, necesites delegar.
- Comprueba el estado de tus finanzas
Cuando externalizas la contabilidad es muy probable que dejes de preocuparte por completo por el estado de las finanzas, sobre todo si los números te causan repulsión. Pero atiende a un consejo: saber en todo momento cuánto ingresas y cuánto gastas es fundamental para llevar un negocio. Así que ponle voluntad y mucho ánimo. ¡Puedes hacerlo!
- Revisa tu presencia en la red
Si no estás en internet hoy en día, no eres nadie. Y si lo estás de forma deficitaria todavía es peor. ¿En qué estado se encuentra tu web? ¿Necesitas renovarla? ¿Y el blog? ¿Cuánto hace que no lo actualizas? Agosto es un buen momento para poner en orden tu huella digital. Mejora tu página, elabora un plan de contenidos que te sirva de guía a lo largo del año, plantéate incorporarte a las redes sociales y trabaja el posicionamiento en buscadores. En definitiva hazte visible para tu público potencial.
- Traza un plan de futuro
El día a día apenas nos deja tiempo para pensar en nuestros objetivos personales y profesionales. Haz un esfuerzo, imagina dónde quieres llegar a medio o largo plazo y ve a por ello. Si tienes claro cuál es tu propósito, será mucho más sencillo que lo alcances.
- Fórmate
Lee, busca tutoriales o haz cursos para autónomos que te ayuden a mejorar en aquellos aspectos del negocio en los que flojeas. Un emprendedor ha de estar siempre en constante proceso de aprendizaje.
- Descansa
Intenta coger algún día libre. Aunque parezca que las vacaciones no fueron hechas para los autónomos, si te organizas es posible descansar y desconectar de la rutina diaria. No hay nada como un día en familia o un paseo por la playa para recargar las pilas.