Puede que tengamos una idea de negocio fantástica y que hayamos sido capaces de elaborar todo un plan de empresa capaz de dar forma a un negocio de éxito, pero puede que, tal como ocurre con frecuencia, no dispongamos de capital necesario para iniciar nuestro proyecto.
En este caso tenemos dos alternativas: acudir a una fuente de financiación externa (bien sean business angels, ayudas, créditos…) o darle una vuelta de tuerca a nuestro proyecto y ponerlo en marcha con nuestros propios recursos, sin necesidad de recurrir a una financiación mayor que la que nuestro propio flujo de caja o los propios ingresos que generemos.
El bootstrapping es un término procedente del inglés que hace referencia a empezar algo sin recursos o con muy pocos recursos. En el área de los negocios, significa ejercer alguna actividad emprendedora con poco o nada de capital, es decir, emprender únicamente con los medios que se tienen al alcance (un garaje, un teléfono antiguo, etc.)
De esta forma, el emprendedor «bootstrapper» es una suerte de «emprendedor de guerrilla» que hace uso de todos los recursos no financieros a su alcance para poner a rodar su empresa. Se trata de una tendencia que ha calado hondo en los últimos años gracias a la dificultad de acceso al crédito lo que, por otra parte, ha ayudado a agudizar el ingenio de aquellos emprendedores que no pueden acceder a una fuente de financiación mayor.
Pero para que esto funcione con éxito, es necesario reunir una serie de características, tales como ser capaces de facturar rápido o, incluso, antes de tener el producto o servicio, 0 encontrar un grupo de «believers» o personas que crean en tu idea con la misma intensidad que tu hasta el final. El emprendedor que hace bootstrapping debe enamorar con su idea hasta tal punto que la gente quiera unirse a la nave sabiendo que durante un tiempo no habrá dinero de por medio.
Ventajas e inconvenientes del Bootstrapping
Pero antes de lanzarnos de cabeza con el bootstrapping o con el emprededurismo «de guerrilla», conviene sopesar las ventajas e inconvenientes de este modelo emprendedor y analizar si es realmente la fórmula más adecuada para el tipo de negocio que queremos poner en marcha. Para ayudarte en ello, toma buena nota de esta recopilación de ventajas e inconvenientes del bootstrapping:
Ventajas:
- Es una alternativa a la dificultad de acceso a la financiación externa.
- Al autofinanciar el proyecto este no dependerá financieramente de terceros, y el endeudamiento de la empresa será mínimo.
- Incentiva la cultura del ahorro.
- Desarrolla la creatividad, dado que los recursos son limitados y hay que conseguir que sean suficientes.
Inconvenientes:
- La falta de financiación puede limitar el crecimiento del proyecto por falta de inversión.
- Reduce el tiempo de maduración en la creación y gestión de proyectos, dado que es necesario que estos generen rápidamente ingresos.
- Dificulta el acceso a determinadas operaciones comerciales que requieren disponer de un margen financiero.
- Hace más permeable el proyecto o la empresa a las oscilaciones del mercado y de la situación económica.
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